La tal unidad por la paz no existe

Compartir:

Cada vez que se viaja a los municipios y veredas donde el conflicto se presenta con mayor intensidad y se comprueba que al interior de la población existe un enorme desconocimiento sobre lo que se está dialogando en la Habana y que por tanto la gente no se decide a apoyarlo con mayor decisión, fácilmente uno puede concluir una sola cosa y es que la tal unidad por la paz que tanto ha anunciado el presidente Juan Manuel Santos en los últimos días, no existe.

Por: Oscar Sevillano

Si realmente existiera, habría un mayor convencimiento en el ciudadano de a pie en Colombia entera, de los beneficios que trae para sus vidas un país sin guerra.

Claramente este no puede existir, entre otras porque ni siquiera al interior del equipo del Gobierno Nacional parecen creerlo, porque si así fuera, en la apuesta en todos los discursos que presentan en el día a día los miembros del gabinete ministerial en pleno, estaría el componente de posconflicto.

Se requiere ser demasiado ingenuo como para pensar que con solo llamar a los jefes de los partidos políticos de la coalición de gobierno, es suficiente para decir que en Colombia existe una unidad por la paz.

No sé cómo se le ocurrió esta idea al primer mandatario, cuando es claro que para esto, es necesario primero que todo, convocar a los sectores de la sociedad civil que tienen trabajo de intervención territorial en municipios y departamentos en donde se van a aplicar los acuerdos de paz. En pocas palabras, hacer lo que al primer mandatario parece no gustarle, untarse de pueblo.

No me explico en que estaba pensando Juan Manuel Santos cuando se le ocurrió tomarse una foto con los jefes de los partidos de su coalición de gobierno y llamarla “Unidad por la paz”, ¿Cuál unidad por la paz?, si ni siquiera en su interior existe ese convencimiento, porque de ser así, las declaraciones del presidente de Cambio Radical Rodrigo Lara Restrepo irían encaminadas a darle un apoyo más decidido a este tema, en lugar de manifestar dudas y prevenciones.

A estas alturas de la vida el Gobierno Nacional ya debería contar con un dialogo social abierto entre la Habana y los municipios y veredas, sin embargo hoy lo que vemos quienes tenemos la oportunidad de viajar a las zonas donde el conflicto se presenta con mayor intensidad, es que a nivel de la población existe un desconocimiento total de lo que se ha trabajado en la mesa de diálogos.

Aquí es cuando uno se pregunta por la responsabilidad que en este trabajo le cabe a la Oficina del Alto Comisionado Sergio Jaramillo, ¿es que acaso no ha logrado conectarse con los territorios en Colombia?; ¿no se supone que su principal misión es la de facilitar los acercamientos con los sectores sociales en nuestro país y el equipo de negociación?; ¿para qué han servido la serie de encuentros regionales por la paz que ha liderado en distintos lugares, si estos no se traducen en apoyo más decidido, producto de una mayor y mejor comprensión de los acuerdos?

Para colmo de males se ha notado una especie de egoísmo de parte del Alto Comisionado para la Paz, quien hace poco lanzó advertencias de una posible judicialización a quienes viajen a la Habana y se detenga a conversar con los delegados de las Farc. Pregunto entonces, ¿Quién le dijo a Sergio Jaramillo que esta es la manera más adecuada para lograr un mayor apoyo a los diálogos de paz?

Insisto, este es el momento adecuado para acercar a los territorios con los integrantes de la mesa de conversación de una manera más directa, de lo contrario el Gobierno Nacional podría verse derrotado en las urnas cuando sea el momento de aprobar los acuerdos. Sorprende que solo ni el Alto Comisionado, ni sus asesores lo sepan o no hayan caído en cuenta.

Esa unidad por la paz de la que tanto habla el presidente Santos, se debe hacer pero con los líderes Afrodescendientes, las comunidades indígenas, los sindicatos, las ONG´s, las asociaciones campesinas, las mujeres líderes en municipios y veredas, que son los colombianos que se van a beneficiar con la firma de la paz y son quienes deben apoyarla, por tanto es con ellos con quienes se debe trabajar de la mano y se debe hacer hasta lo imposible por acercarlos a los diálogos, para que estos logren comprender en que se van a traducir esos acuerdos en el momento de implementarlos en los territorios.

Una vez más el presidente Santos actúa de manera errada en pretender unir a Colombia en torno al tema de la paz, tomándose la foto con los jefes de los partidos de su coalición en Senado y Cámara, pretendiéndola mostrar como símbolo de esa unidad. Que equivocado está el primer mandatario, porque esa tan anhelada unión se logra pero con los sectores sociales, no con los políticos.

Siento tener que ser una vez más “ave de mal agüero”, pero seamos realistas presidente Santos, su tal unidad por la paz, por el momento, no existe.

@sevillanojarami

Compartir: