El representante Rodrigo Lara Restrepo lanzó una acusación en contra del periodista Édgar Artunduaga, de quien dijo hizo parte de la “confabulación” en el crimen de su padre.
De acuerdo con el congresista, los narcotraficantes –liderados por Pablo Escobar Gaviria–diseñaron el plan para acallarlo y silenciarlo, y en éste participaron políticos como Alberto Santofimio y Jairo Ortega, y periodistas como Édgar Artunduaga.
«El crimen de Rodrigo Lara Bonilla Bonilla fue adelantado por una confabulación de narcotraficantes y sectores políticos a quienes por las graves denuncias de infiltración del narcotráfico en la política no les convenía. Al aterrizar los aviones del narcotráfico, destruir su capacidad de producción criminal, desenmascarar a los principales jefes y señalar a sus aliados en la política y en la prensa, Rodrigo Lara recopiló muchísima información sobre el alcance del narcotráfico y lo que lo convirtió en un peligro para muchos. En este sentido, para muchos era fundamental tapar con un manto de impunidad el caso del homicidio de Rodrigo Lara», aseguró.
Y agregó que «Los carteles de la droga de Pablo Escobar y los hermanos Ochoa Vásquez eran socios políticos del movimiento de Alberto Santofimio Botero y muchos de los que militaron con ellos hoy son figuras políticas vigentes. Contra Rodrigo Lara se armó una peligrosa confabulación para acallarlo y silenciarlo en la que participaron, además de los narcos, políticos como Santofimio y Jairo Ortega, y periodistas como Édgar Artunduaga».
A su turno Artunduaga le dijo que fue él quien denunció la existencia del cheque por un millón de pesos que el entonces ministro habría recibido de Evaristo Porras y de ahí el odio e incomodidad de Lara Restrepo.
El periodista dijo que «En ejercicio de mi trabajo periodístico yo denuncié que Rodrigo Lara Bonilla se había sentado con un narcotraficante, el señor Evaristo Porras, y le había recibido un millón de pesos a través de un cheque. De eso ya nadie tiene duda, que si era mucho que si era poco, Lara mintió, se asustó y trató de dar las explicaciones al interior de su partido, el Nuevo Liberalismo. Yo le informé a Lara sobre la conversación que él había tenido dándole las gracias a Porras, Lara me dijo que iba a renunciar y en efecto le presentó la renuncia al entonces presidente Belisario Betancur; en una edición primera del periódico El Espectador salió que el ministro había renunciado pero en la segunda edición salió que Lara no había renunciado. Luego el escándalo creció y yo me sostuve en la teoría de que Lara se había sentado con los narcotraficantes y no podía ser la persona que liderara y enfrentara la guerra contra el narcotráfico. Ocho meses después de estos hechos Lara fue asesinado en circunstancias que el país conoce y que hoy nuevamente se están estudiando. Esa es mi participación, netamente periodística. Es obvio que el hijo de Lara Bonilla se siente incómodo por esas afirmaciones mías en su momento pero no tengo de que arrepentirme ni tengo que ver en su muerte que ocurrió tiempo después de mi denuncia».
Agregó que «Me parece que Rodrigo Lara Restrepo es tropelero y peleón. Nunca he querido ponerme a pelear con él ni creo que sea importante ponerme en eso, solamente respondo las cosas que dice llenas de odio e incomodidad conmigo pero no creo que tenga razón».