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El alza del dólar, el aumento en el precio de los alimentos y la tasa de interés permiten prever un 2016 más caro que 2015, que obliga a replantear las cuentas.
A pocos días de que se termine la temporada de vacaciones, los hogares colombianos tendrán que empezar a hacer sus cuentas para amarrarse el bolsillo, pues este será un año de apretones. Aunque son muchas las incertidumbres que rondan la economía nacional, también hay varios indicadores que permiten anticipar que este año va a ser más caro que 2015.

Si usted paga arriendo y servicios, tiene hijos, está buscando trabajo, va a comprar carro nuevo o adquirir cualquier tipo de crédito con un banco, saque papel y lápiz, y tenga cuidado porque la crisis económica podría pasarle factura.

Entorno macroeconómico

Es difícil hablar del comportamiento de la economía nacional sin mencionar el ‘efecto dominó’ que ha tenido la caída de los precios internacionales del petróleo y otros commodities en las cuentas del Gobierno. El barril de crudo WTI pasó de US$114 en junio de 2014 a US$37 el pasado 31 de diciembre.

“El impacto de la caída de los precios sobre las finanzas públicas ha sido demoledor, basta con señalar que la renta petrolera se desplomó desde los US$23,6 billones en 2013 hasta los US $19,6 billones en 2014, estimándose en $9,6 billones en 2015 y escasamente en $3,3 billones en 2016”, señaló el exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta.

A esto se suma el efecto negativo en el ingreso de capitales foráneos a Colombia: solo en 2014, de los US$16.325 millones que entraron en Inversión Extranjera Directa (IED), 29% fue para el sector petrolero (US$4.732 millones).

Entre enero y octubre de 2015, la cifra para el sector ascendió a US$3.021 millones, es decir, 21% menos que en el mismo periodo de 2014 y 24% menos que en 2013.

Pero el déficit fiscal no es el único, la balanza comercial también se ha afectado: durante los últimos años, el país basó más de 50% de sus exportaciones en el petróleo, por lo que la caída de estos ingresos afectó la balanza comercial de Colombia.

Las ventas externas pasaron de US$57.450 millones en octubre de 2014, a US$38.241 millones en el mismo mes de 2015. Las importaciones, a su vez, pasaron de US$63.154 millones a US$56.498 en el mismo periodo de tiempo.

En resumen, la balanza de pagos tiene un déficit en cuenta corriente de US$5.254 millones, lo que se traduce en más de $10 billones (dólar a $2.000).

Estos, entre muchos otros factores, llevaron a que la economía creciera en 2015 por debajo de su potencial: el Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre fue de 3,2%, un dato inferior al 4,2% de 2014.

Para solucionar el problema fiscal, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ha enfatizado en la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingresos y realizar recortes a los gastos. Sin embargo, en materia comercial, considera que el proceso será más lento porque depende de las oportunidades de exportación que se presenten y que los empresarios locales estén preparados para aprovecharlas.

Pero, ¿en qué afectan estos escenarios a las cuentas de los hogares colombianos?

Lo primero que debe tener en cuenta es el dólar, que pasó de unos $1.800 a mediados de 2014, a más de $3.300 en diciembre. Esto pasa porque, como ocurre en todo mercado, cuando hay menor oferta de un producto, mayor es el precio: es decir, con la salida de dólares, aquellos que quedan en el mercado se han encarecido.

Joseph Daccarett, analista económico, explica que el Banco de la República podría intervenir el mercado cambiario mediante la colocación (venta) de dólares, lo que evitaría que la divisa se siga encareciendo. Sin embargo, señala que esto no pasa porque la devaluación es un camino con el que el Gobierno quiere aliviar el déficit comercial. De hecho, el ministro Cárdenas ha asegurado que esta devaluación es “necesaria” para la economía.

“México, Brasil, Perú y otros países de la región empezaron a intervenir los mercados para proteger sus monedas, sin embargo, aquí el Gobierno no ha tomado esa decisión porque espera recuperar parte de la caída del petróleo con la devaluación”, explica Daccarett.

El problema de esta situación es que el encarecimiento del dólar golpea directa o indirectamente cualquier industria local.

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Ya empezó la crisis

El primer indicador fehaciente del encarecimiento de la economía es la variación de los precios de la canasta familiar, que se salió de todos los pronósticos. El Banco de la República tenía previsto que el Índice de Precios del Consumidor (IPC) se mantuviera entre 2% y 4% en 2015, sin embargo, el dato acumulado a noviembre fue de 6,11%, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane).

Camilo Silva, sociofundador de Alianza valores, estima que la inflación podría terminar en 6,5% en 2015, y que en 2016 converja lentamente a la meta del Banrep, pero se mantenga sobre 4%.

En la cifra de 2015 se evidencia el efecto dominó del dólar, pues ese aumento corresponde, principalmente, a dos aspectos: la escasez de productos por efecto del Fenómeno de El Niño y el encarecimiento de los alimentos importados.

Daccarett agrega que las compañías que producen en el país también han tenido que encarecer sus productos finales, porque los proveedores que importan les han trasladado los aumentos.

En materia de importados, los precios de algunos alimentos han subido hasta 80%, como es el caso de la cebolla cabezona blanca, que pasó de costar $691 en promedio durante la última semana de diciembre de 2014, a $1.250 la semana pasada. Las frutas como el durazno y la manzana roja y verde también han subido 63%, 27% y 38%, respectivamente.

El arroz blanco que ingresa hizo lo propio y subió 61% en ese periodo, de acuerdo con el Sistema de Información del Dane (Sipsa). Otros productos como el pollo, los huevos y las harinas también se encarecieron, pues la mayor parte del trigo y parte del maíz con el que se alimentan los animales, es importado.

Esto ha llevado a que 44,65%% de la inflación de noviembre (6,11%) sea producto del alza de los precios de los alimentos, seguido por otros gastos de la vivienda como servicios públicos, muebles, ropa y artículos de limpieza con 25,21%.

Los analistas prevén que la inflación podría terminar 2015 entre 6,5% y 6,8%, un dato que el Dane revelará a finales de este mes.

Con la información que se tiene hasta el momento, se prevé que la demanda interna en 2016 sea inferior a la de 2015, “especialmente para el gasto de los hogares, que es lo que más pesa sobre el Producto Interno Bruto (PIB). Estamos viendo un proceso de ralentización que, en parte, tiene que ver con el alto costo de vida que va a seguir durante el primer semestre de 2016 y que podría estar por encima de 6%”, señaló Andrés Pardo, gerente de Investigaciones Económicas de Corficolombiana.

Salario Mínimo, ¿suficiente?

La inflación y el PIB nacional fueron clave para la fijación del salario mínimo (smlv) de 2016, así que el Gobierno mantuvo la tendencia de ajustes en la economía para determinar cuánto se pagará a más de 1,7 millones de colombianos que tienen este ingreso.

El aumento decretado por el Ministerio de Trabajo fue 7%, así que el smlv subió $45.105 y quedó en $689.455.

Marlene Rodríguez es una enfermera que gana mensualmente un mínimo. Aunque vive con su hijo, Carlos, quien “gana suficiente para ayudarme a mantener la casa”, considera que el aumento de su sueldo no es suficiente para cubrir los gastos que tiene, “porque procuro hacerme cargo de mis gastos personales y pagar mis deudas”. Agrega que “el precio del pasaje también va a subir y uno ya tiene que pagar más cada quincena porque la luz y el gas están más caros. Y si uno quiere endeudarse para comprar algo para el hogar, no puede. Si mi hijo no trabajara, yo no podría mantener sola la casa”.

Camila Herrera también vive con un mínimo. En su caso, la joven de 21 años empezó a trabajar hace dos meses en Bogotá, “luego de conseguir mis prácticas empresariales en una empresa de aquí”. Con su sueldo debe pagar $350.000 por la habitación en la que vive, con comida incluida; cerca de $100.000 en transporte, y distribuir lo que le queda en salud, aporte a pensión y gastos personales.

El caso de Marlene y Camila es positivo si se tiene en cuenta que muchos hogares deben vivir con un mínimo para mantener hijos que están estudiando, pagar transportes, alimentación, educación, servicios y deudas que han adquirido.

Es por ello que las centrales obreras rechazaron el aumento fijado por el Gobierno. En su lugar, la Central Unitaria de Trabajadores solicitó un alza entre 10% y 12% para 2016.

El senador del Centro Democrático, Iván Duque, también manifestó su descontento con esta noticia: “La inflación está por encima del 6%, piden aumentar el IVA y al mínimo proponen aumentarlo nominalmente el 7%. No hace sentido”, señaló recientemente en su cuenta en Twitter.

Luis Pedraza, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), destacó que este aumento no alcanzará a compensar el encarecimiento de la economía de 2015, pues prevé que la inflación cierre sobre 7%. Agrega que a eso habrá que adicionarle el aumento de los precios en 2016.

Al respecto, Daccarett cree los pronósticos del costo de vida para este año no son muy optimistas: “sin temor a equivocarme puedo asegurar que la inflación va a llegar a 3,5% en el primer trimestre del año, porque hay una inflación represada”.

Esto se debe a dos razones: la primera, a que todas las empresas que hicieron descuentos y ofertas a fin de año, para rematar los inventarios y atraer ventas, deberán nivelar los precios este año, para recuperar las pérdidas. Los electrodomésticos y vehículos serán algunos de los que sentirán el alza, pues algunos hogares dan la cuota inicial del carro en diciembre o renuevan los productos para el hogar.

Nelson Zapata, administrador de Electrocol, explica que la tienda ha hecho muchas ofertas porque en enero y diciembre se mueven los mayores niveles de venta del año. “Sin duda el alza del dólar nos ha afectado, pero debemos hacer un esfuerzo para reducir las ganancias y no trasladar todo el aumento al cliente”.

Durante diciembre, en la tienda se veían descuentos de hasta 40% en aires acondicionados y neveras, sin embargo, “en 2016 tendremos que aumentar los precios porque hemos compensado parte del alza con los inventarios que se compraron con un dólar más barato, pero eso se acaba”.

La segunda razón argumentada por Daccarett responde a una nivelación de las empresas: “la industria ha aguantado los precios, porque esperaba un dólar más barato, nunca se imaginó que llegaría a $3.300. Pero ya se ve una devaluación que se va a mantener y que, tarde o temprano, se va a trasladar al bolsillo”.

El ministro Cárdenas, es mucho más reservado en su pronóstico y estima que la inflación llegará el otro año a 4,5%. Agrega que al país le tomará unos dos años llevarla a la meta ideal del Banco de la República que es de 3%.

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Actualización de precios

A partir del primero de enero de este año, los colombianos también tienen que pagar más por varios productos, servicios y tarifas cuyos precios se actualizan con el IPC (inflación) de 2015 y el aumento del salario mínimo smlv (7%).

Por ejemplo, con la inflación se encarecerán los arriendos que se firmaron posterior a la ley 820 de 2003 y se aplicará cuando se actualice el contrato. Aquellos se que firmaron antes de la ley, solo aumentarán 3%.

Mirella Parada tiene cinco años viviendo en Simón Bolívar. Para permanecer con sus tres hijas en la casa de una planta que está en la vía del boulevard, paga $300.000 al mes. A partir de junio, cuando actualizará su contracto, tendrá que pagar $18.335 más, así que solo le quedarán $26.766 de los $45.105 que aumentará el smlv. Eso, si se aplica la inflación de noviembre (6,11%).

Con el IPC también subirán los avalúos catastrales, servicios públicos, peajes, aportes a la pensión de quienes ganen más de un mínimo, derechos registrales y salarios del sector público.

En cuanto al smlv, el aumento aplicará al aporte de pensión de quienes devengan un mínimo, las multas, comparendos, grúas, costo de patios, el Soat y la cuota moderadora a EPS.

En medio de esto, no hay que perder de vista que en 2016 también avanzará la propuesta de aumentar el IVA de 16% a 18%.

Endeudarse costará más. Como resultado de la inflación desbordada, el Emisor decidió aumentar la tasa de interés, luego de casi un año inalterada. De esa forma, espera que el IPC se acerque a su rango meta (2%-4%).

Fue así como la tasa pasó de 4,5% a 5,75% a mediados de diciembre pasado.

Camilo Silva explica que esto encarecerá los créditos que se soliciten desde la fecha, así como aquellos que varían con la tasa mensual, como los rotativos.

Así que si usted está pensando en pedir un crédito hipotecario para comprar casa nueva, endeudarse para comprar el carro o iniciar algún estudio en el país o por fuera, haga cálculos con la tasa que le cobren, porque la deuda será mayor.

Una esperanza

A la luz de este escenario complejo para 2016, el Gobierno tiene sus esperanzas en varios frentes para solventar la economía: entre estos está el reciente acuerdo entre el Ministerio de Agricultura y Corabastos, para congelar los precios de frutas, verduras, cárnicos, pescados, lácteos, huevos, granos y procesados. Pero esa es una medida que solo irá hasta el 20 de enero de 2016.

Con la venta de Isagén el Ejecutivo también espera recibir más de $6,5 billones que aliviarán sus cuentas; con Reficar prevé aportar 0,6% a la economía y con la inversión en las vías 4G y demás obras de infraestructura, que se mantenga la generación de empleo.

Con esto en la mira, la suerte está echada para que 2016 sea un año de ajustes tanto para el Ejecutivo como para los hogares colombianos, que deberán sumarse a la tendencia de recortes.

La Gasolina también sube

El Ministerio de Minas y energía informó que a partir de este mes de enero los precios de la gasolina también tendrán un incremento promedio en el galón de $75 frente a diciembre de 2015, lo cual hace que este combustible, para el caso de Barranquilla, pase a costar $7.720 por galón.

La ciudad del Caribe que pagará el combustible más caro iniciando el año será Montería, cuyo precio de referencia por galón será de $7.930. Le sigue Sincelejo, con un valor de $7.880. El incremento según minminas responde al aumento de los precios del etanol y la tasa de cambio. Cabe resaltar que comparando con el precio del galón para enero de 2015, que se ubicaba en $8.233 en Barranquilla, la gasolina ha tenido una caída de $513.

EL HERALDO

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