BOGOTA, 16 de diciembre_ RAM_ La elegibilidad de los miembros del Secretariado de las FARC en ruta directa en curules en el Congreso y la impunidad de los delitos del narcotráfico y secuestro abren un gran interrogante sobre el futuro de Colombia en el año 2016.
Así lo señaló el senador José Obdulio Gaviria (Centro Democrático), tras advertir que el acuerdo entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC, en el artículo 36 del documento, establece una hoja de ruta para el grupo al margen de la ley, que le abre la puerta a ser protagonistas de las elecciones en el año 2018. “Eso modifica completamente la estructura de la organización electoral en el país. Ese tipo de criminales amnistiados, tiene amplias posibilidades de ganar. Incluso para llegar al poder”.
En palabras del senador José Obdulio Gaviria dijo que el llamado acuerdo de paz de La Habana, “es un acuerdo de paz a cualquier precio. Esa es la filosofía en la que está inmerso el documento. Es la predica de los partidos que integran la Mesa de Unidad Nacional”
“El énfasis del documento es que hay muchas víctimas del Estado. Por ejemplo, el secuestro no es considerado como un delito contra la población, sino como una fuente financiación de la guerrilla. Respeto a la justicia internacional y la visión que el mundo posea sobre Colombia el estado depone su legitimidad. Reconoce que la causa que las FARC, era justa. Sus motivaciones eran justas”, subrayó.
El senador José Obdulio Gaviria desde el Congreso comentó que el 2015 se cierra con “unos nubarrones enormes. Vamos a vivir un 2016 y 2017 con un Tribunal persiguiendo con casería de brujas a ex presidentes, a ex generales y alta oficialidad, a los dirigentes de la oposición e incluso que hubiesen sentado una posición de crítica y de rechazo a las FARC. Las FARC, nunca deben entrar a la política de Colombia. La razón: por sus crimines están inhabilitados de por vida”, recalcó
Finalmente, el senador del Centro Democrático indicó que no se sorprenda el presidente Santos, “si las FARC, una vez desmovilizados –como partido político- lo comienzan a perseguir, por dos asuntos que recaen en sus hombros como una sombra. Por los falsos positivos y la segunda la muerte de Cano. Las FARC, siempre han dicho que su muerte fue un crimen de Estado. La pregunta es. ¿Qué va a pasar con Colombia?”