La secretaria privada de la Defensoría del Pueblo, Astrid Helena Cristancho, renunció al cargo en una dura misiva conocida este viernes, en la que denuncia presunto maltrato y acoso laboral por parte del jefe de esta entidad, Jorge Armando Otálora.
Según la extensa y explosiva comunicación, la funcionaria argumenta que no soportó más el maltrato psicológico al que habría estado expuesta diariamente por parte del Defensor del Pueblo.
“Hace poco más de dos años y gracias a la confianza que usted depositó en mí y que además me permitió ingresar a esta hermosa institución, asumí la responsabilidad de liderar la Secretaría Privada, sin embargo me encontré desde el principio con una inclemente violencia verbal y psicológica. Gritos, zapateos, manoteos, amenazas, malos tratos en general. Este comportamiento es denigrante no solo para mí, sino para muchos de mis compañeros“, dice la carta.
Y continúa: “Teniendo claro mi panorama desde el principio, no renuncie antes por el amor a la institución. Porque de alguna manera soy el equilibrio que ha mantenido el trato cordial hacia los funcionarios que no tienen mayor acceso a su despacho, tratando de aminorar los efectos agresivos de las misiones que no salen como se supone deben salir según sus criterios“.
En la carta, la funcionaria expresa todos los inconformismos que la llevaron a renunciar y además hace fuertes referencias sobre el trato que el Defensor Nacional le da a sus empleados.
“Me he sentido muy útil en la labor que desempeño. En esta entidad me siento valiosa para mi país y he defendido su administración, a pesar del irrespeto que he recibido de parte suya (…) si usted sale a los medios a mostrar su gran labor, pero internamente grita, agrede, excluye, insulta y maltrata, está fracasando sin darse cuenta“, asegura Cristancho.
La secretaria privada denuncia en la carta las presiones de las cuales fue víctima con la intención de desmentir a través de un comunicado las denuncias sobre acoso laboral y maltrato interpuestas por otros funcionarios.
“Lamentablemente y lejos de mis anhelos me sentí en una encrucijada donde casi que nos sugerían hacer un comunicado respaldando su labor desde el discurso sin sentido de que si hablan mal de usted eso impacta negativamente la labor de la Defensoría. Eso es un argumento inaceptable que induce a la gente a pensar y actuar desde el miedo“, asegura.
Y finaliza: “Yo no puedo seguir justificando muchas cosas que pasan en la Defensoría. No puedo seguir pretendiendo que todo está bien y mucho menos después de ver que hay otras personas denunciando lo que yo he sufrido (…) por esto señor defensor presento mi renuncia irrevocable al cargo“.