Aunque ayer se aprobó en primer debate, en comisiones primeras conjuntas de Senado y Cámara, el plebiscito de la Paz, muchos de los congresistas que defendieron la iniciativa creen que este mecanismo de refrendación impulsado desde la casa de Nariño representa un peligro y riesgo innecesario debido al número de votos a favor que se deberán conseguir para sacar adelante la iniciativa. Según dicen, se requieren por lo menos 7.500.000 votos que representarían una cifra similar con la que fue elegido el presidente Juan Manuel Santos. Si no pasa el plebiscito se acaba el proceso de paz, han dicho. Para los congresistas el plebiscito no es necesario y es peligroso, porque se arriesga todo el proceso. Al parecer muchos congresistas no entienden porque Santos se empecinó en el plebiscito cuando habría sido más fácil hacer viable el acuerdo de Paz a través del acto legislativo que cursa en el Congreso. Por ahora se hablan de dos candidatos para la gerencia del plebiscito: 1. El Ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón y 2. Humberto de la Calle, el jefe negociador. de la Calle es el más opcionado.