Ley de Vivienda para pobres: un árbol de Navidad para los constructores y baqueros ricos

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El proyecto de 100 mil viviendas gratis que impulsa el gobierno es una Contrarreforma Tributaria, a espaldas de la Dian asegura el periodista Héctor Hernández de primerapágina.com.

En su columna Hernández advierte que «El proyecto de ley del ministro Vargas Lleras llegó hoy con mensaje de urgencia para que la Plenaria de Senado lo apruebe. Tendrán beneficios tributarios los tenedores de títulos o bonos hipotecarios, entre ellos los establecimientos de crédito. Quita la limitante que hay para dar el beneficio tributario a los rendimientos de títulos de ahorro a largo plazo para la financiación de vivienda. Y permite devoluciones de IVA a los constructores».

Y agrega: «Las decisiones que venía adoptando el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos apuntaban al desmonte de unas prácticas poco transparentes de su antecesor Álvaro Uribe Vélez, quien había acostumbrado al empresariado colombiano a ser pedigüeño, para obtener exenciones tributarias o ayudas económicas.

Santos, de entrada, había logrado reversar unos beneficios arancelarios para los empresarios amigos del presidente, con una avanzada reforma arancelaria, y se venía alistando para hacer la tan anhelada reforma tributaria estructural.

Pero con el paso de los días, el primer mandatario echó para atrás en parte la reforma arancelaria y, con el tema habitacional, dejó ver su cobre populista, primero nombrando un político en la cartera de Vivienda, como lo es Germán Vargas Lleras, quien venía del Ministerio del Interior, y, segundo, presentando un proyecto de ley con el que dizque «se dictan normas tendientes a facilitar y promover el desarrollo urbano y el acceso a la vivienda».

Esta iniciativa es conocida como el proyecto de ley de «vivienda para los pobres», que ya va para debate de Plenaria de Cámara de Representantes. Inclusive, el actual ministro del Interior, Federico Rengifo, estaría enviando esta tarde mensaje de urgencia para que se vote el proyecto antes del debate sobre la revaluación.

Con la disculpa de que es un proyecto para los pobres, el proyecto le concede a los establecimientos de crédito y a los grandes constructores del país una serie de gabelas tributarias que algunos especialistas la ven como todo un árbol de Navidad.

Hacia el interior de la Dian no ven con buenos ojos la Contrarreforma Tributaria y menos cuando se está a unos pocos días de que el Gobierno presente el revolcón impositivo, que busca la verdadera progresividad, es decir, que los ricos paguen más impuestos que los pobres». Vía www.primerapagina.net.co.

 

 

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