En un video colgado en Internet, Ayman Al Zawahiri, jefe de Al-Qaeda, relata que Bin Laden era «austero» en su vida y «muy avaro a la hora de gastar en algo que no fuera la yihad (guerra santa)«. Incluso llegaba a oponerse categóricamente a financiar obras caritativas a expensas de eso, recuerda el nuevo líder de la red terrorista.
Al Zawahiri cuenta también que el saudí, dando muestras de esta «generosidad«, desembolsó US$55.000 para ayudar a preparar los atentados contra las embajadas estadounidenses en Nairobi y de Dar es Salaam, capital de Tanzania, en 1998.
Bin Laden, muerto el 2 de mayo de 2011 en Pakistán a manos de un comando estadounidense, poseía una fortuna de más de US$100 millones, según aproximaciones de fuentes que siguieron su pista por años. Algunas estimaciones barajan, sin embargo, una cifra superior a los US$1.000 millones.
Al Zawahiri, «cerebro» de las operaciones y principal vocero de la red, es hoy elhombre más buscado del mundo. Las autoridades estadounidenses han puesto precio a su cabeza: 25 millones de dólares.