El caso de Rosa Elvira: la noticia, los medios y las redes sociales

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  • El caso de Rosa Elvira es el ejemplo perfecto para demostrar como está cambiando la relación entre los medios de comunicación y sus audiencias.
  • La dictadura de los medios, sus dueños, directores y editores está por terminar.
  • Gracias a las redes sociales el manejo de la información es cada día más equilibrado para bien de la sociedad.

Por: Ricardo Galán.–

1. El Caso

Rosa Elvira Cely, una humilde vendedora de minutos de celular, con 35 años de edad y una hija de 12 años, salió la noche del miércoles 23 de mayo del Colegio Manuela Beltrán de Bogotá en donde estudiaba bachillerato nocturno. Se encontró con dos amigos con quienes departió unos tragos.

Hacia las tres de la mañana del jueves 24 de mayo Rosa Elvira llamó desde su teléfono celular al 123, el número de emergencias de Bogotá para reportar que estaba en el Parque Nacional y que había sido violaba. Solicitó ayuda.

A la Policía de Carabineros y los Bomberos les tomó varias horas encontrarla. Casi al amanecer fue hallada cerca al río Arzobispo, que atraviesa el Parque Nacional. Rosa Elvira había sido violada, golpeada, apuñalada y empalada. Fue remitida al Hospital Santa Clara de Bogotá en donde murió cinco días después.

2. La noticia, los medios y las redes sociales

Lo sucedido a Rosa Elvira fue reportado por la Policía Metropolitana de Bogotá como un caso más de violación. Según cifras oficiales en Bogotá ocurren 2 cada hora.

A pesar de parecer un caso de rutina, el periodista Víctor Gordillo del Diario Mío, propiedad de Casa Editorial El Tiempo, decidió publicar la noticia bajo el título, “Autoridades continúan con la búsqueda de autor de brutal violación”. La nota fue publicada en la edición digital de El Tiempo a las 10:25 de la mañana del martes 29 de Mayo, casi una semana después de la violación y cuando ya Rosa Elvira había fallecido. No apareció en la edición impresa de El Tiempo. La radio y la TV no dijeron una palabra.

El mismo 29 aparecieron en Twitter reclamos de personas que habiendo leído la noticia de Gordillo y conmovidas por su gravedad, no entendían por qué los demás medios no decían una palabra sobre lo ocurrido en el Parque Nacional. Ese día los medios tradicionales estaban concentrados en la liberación por las FARC del periodista francés, Roméo Langlois y dedicados a criticar al técnico de la Selección Colombia de Fútbol por no haber permitido el ingreso de periodistas a un partido de entrenamiento.

El miércoles 30 de mayo la noticia llegó a unos cuantos blogs que empezaron por reproducir la noticia de Gordillo aportando uno que otro dato nuevo, pero empezaban a mostrar la indignación de la gente a medida que se enteraba de lo ocurrido. Hacia el anochecer de ese día la violación, tortura y asesinato de Rosa Elvira era el tema relevante en las redes sociales como Twitter y Facebook al tiempo que crecía la indignación por el barbarie y brutalidad del crimen crecía el malestar por el silencio de los grandes medios sobre el caso.

Por la noche en Facebook ya había nacido el Grupo  “Voces Unidas, Justicia por Rosa Elvira Cely”cuyo objetivo, según sus creadores es “Pedir Justicia para Rosa Elvira Cely, cambios en la forma en que se atienden los casos de delitos en curso, e implementación tecnológica que permita la reacción rápida de las autoridades para DETENER los delitos en flagrancia”.

Al momento de escribir esta nota el grupo ya contaba con 1.991 miembros entre ellos periodistas de la talla de Germán Castro Caycedo, abogados como el ex Fiscal, Alfonso Gómez Méndez, María Paz, la hija del ex presidente, César Gaviria, varios concejales de Bogotá, periodistas y blogueros como Víctor Solano, el escritor Jorge Franco y miles de personas que comparten sus postulados. Este grupo convocó a la jornada de protesta del domingo a las 10 de la mañana en el Parque Nacional.

En Twitter, bajo los hashtag #RosaElviraCely, #NiUnaMas, #RosaElvira y los pérfiles @RosaElviraCely y @CasoRosaElvira fue creciendo una ola de indignación y malestar que terminó por sacudir las salas de redacción de los medios de comunicación tradicionales el jueves 31 de mayo.

La violación, tortura y asesinato de Rosa Elvira por fin llamó la atención de los grandes medios que desplegaron, gracias a la presión de la gente a través de las redes, todo su poder humano y tecnológico para informar sobre el crimen y obligar a las autoridades a actuar con prontitud, energía y eficacia. Hasta el Presidente de la República tuvo que reaccionar.

Gracias a las redes sociales la comunidad bogotana había hecho sentir su furia, dolor e indignación ante la brutal agresión que cobró la vida de Rosa Elvira.

Gracias a las redes sociales los autores de ese crimen no se saldrán con la suya y se visibilizó un delito que, de tanto ocurrir terminó convertido en paisaje. Este año, otras 3 mujeres, menores de 17 años, han sido víctimas de ataques de un nivel de salvajismo similar al caso de Rosa Elvira en Bogotá. En la capital de Colombia dos mujeres son víctimas de violación cada hora. Entre enero y mayo las autoridades han conocido de 491 crímenes a pesar del temor de las víctimas a denunciarlos para evitar ser estigmatizadas.

3. A manera de conclusión

Lo ocurrido con el caso de Rosa Elvira deja varias lecciones a los medios de comunicación tradicionales:

  • Los medios, acostumbrados a imponer las noticias que publican, el cómo y el cuando las publican. El enfoque y despliegue que les dan, deben entender que ese poder está cambiando de manos y ahora es el público el que decide cual es la información que realmente le interesa, cuando y como la quiere recibir.
  • La gente ya no traga entero, ni se conforma con unos pocos datos. Cuando un hecho realmente la conmueve, exige que le entreguemos información completa, contextualizada y coherente.
  • Los medios y las autoridades deben entender y aceptar que hoy en día el público tiene a su alcance herramientas poderosas para recibir información variada, oportuna y suficiente que le permite formar su propia opinión y compartirla con miles de personas que, al estar de acuerdo, se integran y movilizan como una sola voz para reclamar, como en el caso de Rosa Elvira, pronta y cumplida justicia.
  • La dictadura de los medios, sus dueños, directores y editores está por terminar. Gracias a las redes sociales el manejo de la información es cada día más equilibrado para bien de la sociedad.
  • Si los medios no entienden y aceptan esta cruda realidad poco a poco verán reducir sus audiencias, influencia y poder.
  • Señores de los medios, del Gobierno, del Congreso y la administración de Justicia entiéndanlo de una buena vez: escuchar también es comunicar.
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