El comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, explicó que los responsables de delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra de las Farc pagarán su condena en un sitio específico y no en cualquier parte del país.
“Es en un lugar con una vigilancia. No es dando saltos por los municipios de Colombia como le parezca. Es en un lugar con un régimen y una vigilancia”, dijo.
Jaramillo insistió en que los crímenes «que más duelen a los colombianos», como el secuestro, la ejecución, el desplazamiento, el reclutamiento de niños o la violencia sexual; «no serán amnistiados y recibirán las sanciones adecuadas en función de los niveles de reconocimiento».
El negociador subrayó que reconocimiento no implica impunidad, ya que para los que no vayan a la cárcel en todo caso habrá una restricción efectiva de la libertad, es decir, «estará en un lugar específico bajo un régimen de vigilancia y control» y «no dando saltos por los municipios de Colombia».
Ninguna de las partes ha precisado cuáles serán esos lugares de «restricción de libertad» en los que los sancionados cumplirán sus penas.
Para el caso de la guerrilla, recordó que el primer paso para acogerse a la jurisdicción especial para la paz será entregar las armas, que deberán hacerlo en un plazo de 60 días desde la firma del acuerdo final.
«Está claro que las FARC no van a entregar las armas al Gobierno, pero sí las van a entregar a alguien que de manera verificable pueda demostrar que esas armas fueron destruidas y no están en poder de la guerrilla», indicó Jaramillo, aunque señaló que la fórmula de entrega todavía tiene que ser objeto de discusión en la mesa. EFE