Venezuela y EE.UU. se enfrentan en la OEA por medidas de Obama

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000_mvd6671311Venezuela alertó este jueves ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que Estados Unidos pretende apoderarse de su petróleo, pero Washington negó que busque un derrocamiento, en el primer debate entre los países por las recientes sanciones de la Casa Blanca.

La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, acudió al organismo hemisférico para denunciar la orden ejecutiva del presidente estadounidense Barack Obama que cataloga la situación en Venezuela -de crisis económica e inestabilidad política- como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.

«La aplicación de leyes de esta naturaleza suelen preceder a intervenciones militares», alertó Rodríguez durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, en Washington.

«Por eso hemos venido a esta organización a alertar no solamente de la sanción extrema, como una intervención militar (…), sino con agresiones de otro tipo como bloqueo financiero, comercial y económico», añadió la ministra.

La representante de Venezuela, país con las mayores reservas de crudo en el mundo, advirtió «que se pretende poner mano sobre nuestros recursos naturales estratégicos y nuestra principal empresa petrolera, PDVSA».

De hecho, Rodríguez denunció que «en ocasión y en marco» del decreto estadounidense, cuentas bancarias de misiones diplomáticas venezolanas han sido bloqueadas.

La discusión del decreto de la Casa Blanca en la OEA ocurre luego que la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUR) y el bloque ALBA respaldaran en los últimos días el reclamo venezolano y pidieran a Obama derogar las medidas.

Consecuencias «impredecibles»

Pero el escenario en la OEA, el bloque continental más antiguo y que agrupa a todos los países de la región menos Cuba, reunió por primera vez a Estados Unidos y Venezuela para discutir el último diferendo en las ya problemáticas relaciones diplomáticas entre los dos países.

El embajador estadounidense, Michael Fitzpatrick, señaló que el decreto, que ordena sanciones contra siete funcionarios venezolanos señalados de violación de derechos humanos, ha sido «mal entendido o mal interpretado».

«No estamos preparando una intervención militar (…) No estamos buscando desestabilizar o derrocar al gobierno de Maduro en un golpe de Estado» o perjudicar la economía venezolana, afirmó.

«Solo queremos evitar que venezolanos que consideramos han cometido violaciones de derechos humanos de otros venezolanos viajen a Estados Unidos o coloquen su dinero en nuestro sistema financiero», añadió.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dio la bienvenida al debate del asunto en el foro interamericano, pero lamentó que existan tensiones entre dos países miembros, a pocas semanas de la Cumbre de las Américas, el 10 y 11 de abril en Panamá.

Insulza recordó que la cumbre en Panamá reunirá por primera vez a todos los mandatarios del continente, con la presencia histórica de Cuba, y «tenemos la obligación de resguardar eso».

«Ciertamente no resguardamos eso con un aumento de la confrontación sino precisamente llamando a la prudencia, al diálogo entre los países», apuntó.

A juicio de Insulza, las consecuencias de una escalada en el conflicto entre Estados Unidos y Venezuela «son siempre impredecibles».

Apoyo generalizado

Venezuela encontró un respaldo generalizado a su denuncia en el foro interamericano.

El embajador de Nicaragua, Denis Moncada, calificó el decreto de Obama como «totalmente inaceptable» y un «acto imperial inadmisible».

«Estados Unidos debe acudir a la OEA si se siente amenazado por otro país miembro», dijo de su lado el canciller argentino Héctor Timerman, pidiendo a Obama revocar el decreto contra los funcionarios venezolanos.

Incluso México, un claro aliado de Estados Unidos, destacó que el «lenguaje que utiliza (el decreto) no contribuye a promover el diálogo», según dijo la vicecanciller Vanessa Rubio.

Pero el debate también incluyó menciones a la situación interna en Venezuela, objeto de la preocupación regional por la detención de varios dirigentes opositores en el último año y la severa crisis económica que enfrentan sus ciudadanos.

«No podemos, en nombre de mi país, dejar de advertir que la dura situación que sufre el pueblo venezolano es anterior a la decisión interna del gobierno estadounidense», señaló el canciller de Costa Rica, Manuel González.

«Tampoco pasamos por alto que son dos cosas separadas, ambas cuestiones merecen nuestra atención, eso esta claro», agregó.

Estados Unidos sigue siendo el principal comprador del petróleo venezolano.

AFP

 

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