El presidente Juan Manuel Santos aseguró que exceptuando el caso de la abogada Gloria Urrego, no se ha registrado el secuestro de civiles por parte de las Farc desde que inició el proceso de paz en La Habana.
En entrevista con La W Radio, el jefe de Estado se refirió además a la posibilidad de una zona especial para las Farc en un eventual escenario de posconflicto y ratificó que no habrá ningún tipo de ampliación del delito político para narcotraficantes, y explicó los alcances.
Frente al tema del secuestro aseguró que “los datos de País Libre están en tela de juicio, no hay certificación de que esos secuestros sean de las Farc”, teniendo en cuenta los 51 que se reportan según sus estudios.
“Las Fuerzas Armadas a mí me dicen que no hay secuestrados de las Farc y si hay secuestrados de las Farc inmediatamente se lo vamos a reclamar”, afirmó el jefe de Estado.
Frente a la pregunta de la posibilidad de una zona especial de distensión para el posconflicto, el mandatario respondió que “es una alternativa perfectamente viable, se ha utilizado en el pasado, se ha utilizado en diferentes experiencias y es una de las posibilidades”.
Sobre el tema del narcotráfico como delito conexo, afirmó que “el guerrillero que está en rebelión y que se benéfica del narcotráfico en ese momento pueden considerarse esos delitos conexos al políticos”.
Sin embargo, “si el narcotraficante es el jefe de la organización no tendrá beneficios”, básicamente la propuesta es que si el guerrillero “ha usado el narcotráfico para fines políticos ahí entra la conexidad”.
Reiteró que el narcotráfico nunca podrá ser un delito político, y el narcotraficante continuará siendo “un delincuente, es un criminal”, puntualizó el primer mandatario.
En el tema de la paz afirmó además que confía en que los colombianos refrenden los acuerdos que se están logrando con las Farc en La Habana.
“Estoy seguro que cuando le digamos al pueblo colombiano, si llegamos a esos acuerdos, que vote por la paz, el pueblo colombiano, lo conozco, va a votar por esa paz”.
Su consideración se basa en que “la paz no va a ser una paz a cualquier costo, esa paz va a ser va paz sensata”, por lo que según explicó, sería ilógico que después de 50 años de guerra, los colombianos rechacen la posibilidad de la paz.