La voz de las mujeres se escuchó hoy por primera vez en los diálogos de paz de Colombia con la presencia en la mesa de negociación de La Habana del primer grupo de expertas en asuntos de género, que pidió justicia y reparación para estas víctimas, así como una tregua bilateral en las fiestas de Navidad.
«Hoy se marca un hito en la historia del país, que esperamos sea el comienzo para que las mujeres seamos pactantes de los acuerdos de La Habana y no pactadas», afirmó este grupo en un comunicado leído ante la prensa tras su reunión con los negociadores del Gobierno colombiano y de las Farc.
La representante de la Casa de la Mujer, Olga Amparo Socorro, precisó en una rueda de prensa que el propósito de su visita es que la mujer sea considerada «sujeto político activo» en la construcción de la paz para que «otros dejen de tomar decisiones por ellas».
Socorro forma parte del primer grupo de los tres compuestos por representantes de organizaciones de mujeres que acudirán a La Habana en sucesivos ciclos de conversaciones para garantizar un enfoque de género en los acuerdos de paz.
El grupo demandó que se tenga en especial consideración a las mujeres víctimas del conflicto, para las que pidieron garantías a sus derechos a «la verdad, justicia, reparación y no repetición», con especial énfasis en las afectadas por la violencia sexual, un delito que ha sido invisible durante mucho tiempo en el país.
«La garantía de esos derechos será el más decidido paso para transitar de una sociedad en guerra, desigual y profundamente discriminatoria, a una sociedad que incluye la igualdad y la erradicación de la violencia», señaló Claudia María Mejía, de la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz.
Mejía admitió que para ello es necesario transformar «las causas históricas que fomentaban esa violencia contra las mujeres».
Según datos oficiales, el 48 % de los más de 6,5 millones de víctimas que ha dejado el conflicto colombiano son mujeres y, entre 1985 y 2014, se contabilizaron hasta 2.474 casos de violaciones, la mitad de ellas cometidas por el Ejército y la Policía.
Sin embargo, otro informe más exhaustivo de la Casa de la Mujer y Oxfam determina que, sólo entre 2001 y 2009, 489.687 mujeres de 407 municipios con presencia de fuerza pública, guerrilla y paramilitares fueron víctimas de violencia sexual, aunque un 82 % de ellas nunca denunció por miedo o falta de información.
El grupo consideró que para cerrar las heridas abiertas por décadas de violencia y discriminación de la mujer es importante el papel de la futura Comisión de la Verdad, que se ocupará de depurar responsabilidades en el conflicto armado.
Por ello, propusieron que esta comisión sea paritaria, tanto en la elección de sus miembros, como en los testimonios que escuche.
«Necesitamos el relato de todos los sectores que han sufrido la violencia. El relato de Colombia está parcializado, fragmentado y mediatizado, por eso vamos a contribuir a crear ese relato nacional que Colombia no tiene», aseguró Esther Marina Gallego, de la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz.
Estas mujeres también exigieron una tregua bilateral en las fiestas de Navidad y Año Nuevo «como expresión de la voluntad política» de las partes y para «ambientar la paz».
Reclamaron también llegar pronto a un acuerdo sobre el «desescalamiento» del conflicto para «aliviar el dolor» de las personas en territorios afectados y evitar más víctimas.
La presencia de mujeres para aportar una perspectiva de género a la mesa de negociación fue saludada por la guerrilla, que en un comunicado consideró que «es imprescindible» que estás tengan un papel protagonista «la consecución de la paz y la reconciliación nacional y la construcción de una nueva Colombia».
Los negociadores del Gobierno y las Farc se reunirán mañana, martes, con el quinto y último grupo de víctimas que participa en los diálogos de paz en La Habana, para dar por concluido, al día siguiente, este ciclo de conversaciones, el último del año.
EFE