El grupo guerrillero autodenominado Ejército de liberación nacional, Eln le pidió al gobierno colombiano acabar la estrategia de hablar de paz y seguir la guerra, señalando que “lo correcto sería que un proceso de conversaciones creara una nueva dinámica en el país, con acciones humanitarias acordadas entre las partes, un acuerdo de cese del fuego bilateral y espacios de participación de la sociedad en un diálogo abierto, ayudando a construir escenarios de paz”.
En un comunicado publicado en la web, titulado “Una Exploración Encerrada”, el grupo de los “elenos” también cuestiona el hecho de que las negociaciones de paz se hagan a espaldas de los colombianos y afirman que “es inexplicable que el país no conozca lo que en una mesa se discute y se manipule con base en su desconocimiento”.
“Lo más acertado–complementa– sería que la gente participara en la confección de la agenda, sobre los temas a tratar, y los espacios y escenarios a construir. Una paz encerrada en cuatro paredes, jamás tendrá dimensión de nación ni trascenderá en la realidad del conflicto.
Igualmente precisa que “la paz, para ser real, debería manifestarse como un fenómeno concreto en la vida cotidiana de Colombia”, pero advierten que “estos procesos de paz, más que dinámicas sociales, parecen un entramado de técnicas de negociación, marchando paralelas o distantes de la sociedad que los vive y padece”.
El Eln señala que “existe la creencia que a la paz se llega por medio de un acuerdo en un papel, que al día siguiente de firmase, cada punto de lo pactado sería un hecho real” y añade: “La paz no debe entenderse como un ejercicio académico de dos delegaciones, que suponen comprender la realidad y pueden dictaminar sobre ella; como tampoco podrán hacerlo una organización guerrillera y un gobierno. En un conflicto de más de 50 años, sólo el concurso de la sociedad podrá ayudar a desatar los nudos”.
Subarya que “mientras la paz es tema de reducidos círculos de opinión, la vida de los colombianos sigue en su drama, porque no existe un hálito que nos diga que esta vez será cierta. No se siente en las calles, no hay euforia colectiva ni compromiso alguno de las clases dominantes y, por el contrario ellas conspiran. Lo que más desalienta es ver al gobierno de Santos y sus políticas ir en contra vía de lo pactado en La Habana, así como con las expectativas de las mayorías del país”, puntualiza.
Además advierte que “es perverso lo que señala el plan de las Fuerzas Armadas del Estado, para después de firmar la paz, seguir exterminando militarmente “las amenazas” que podrían quedar” y pregunta: ¿Quién podría negociar con alguien que parte del supuesto, que el otro va a incumplir y que por tanto seguirá con la guerra?
Añade que por “eso no hay euforia en el país, pues la dinámica de la guerra sigue. Es la estrategia del gobierno, hablar de paz y que siga la guerra. Lo correcto sería que un proceso de conversaciones creara una nueva dinámica en el país, con acciones humanitarias acordadas entre las Partes, un acuerdo de cese del fuego bilateral y espacios de participación de la sociedad en un diálogo abierto, ayudando a construir escenarios de paz”.
“Pese a todas las dificultades, estamos comprometidos con la paz de Colombia y aunque siga siendo la realidad imponente y dura, nuestra voluntad persiste; pero sin la participación de la sociedad, todo esfuerzo por la paz será vano”, concluye el Eln en el comunicado.