De acuerdo con la vocera del líder espiritual tibetano Silvia Negri, «pidió audiencia» con el papa Francisco, pero su secretario de Estado Pietro Parolín le dijo que «podía causar problemas entre China y el Vaticano». «Soy un hombre pacífico, pero hay gente que me evita. No hay problema. Lo acepto», aseguró el Dalai Lama al ser consultado durante una rueda de prensa en el marco de la XIV Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, por la que viajó a Roma.
Pekín critica a todos aquellos líderes que se reúnen con el Dalai Lama, como le ocurrió en 2012 al primer ministro británico, David Cameron, cuyo encuentro con el líder tibetano fue considerado por las autoridades chinas como una «afrenta». Como tanto China como la Santa Sede han manifestado su voluntad de mejorar sus relaciones diplomáticas, el papa Francisco prefirió no generar tensión. En China existen entre 8 y 12 millones de católicos, según datos del Vaticano.
Los lazos son inexistentes desde 1951 por la excomunión de dos obispos designados por Pekín por parte de Pío XII lo que las autoridades chinas respondieron con la expulsión del nuncio apostólico, que se asentó en la isla de Taiwan. Para reanudar las relaciones diplomáticas, Pekín exige que el Vaticano rompa previamente con Taiwán y no «interfiera» en los asuntos internos chinos.
Por su parte, el Dalai Lama huyó a la India en 1959, tras el fracaso de una rebelión de los tibetanos contra la ocupación del régimen comunista, y vive en el exilio en Dharamsala (norte) desde entonces. China considera al Tíbet parte del país desde hace siglos, mientras que los tibetanos en el exilio alegan que era virtualmente independiente en la primera mitad del siglo XX, hasta que los comunistas de Mao Zedong lo invadieron en 1951.
El Papa tampoco habría querido recibir a Lilian Tintori para no tener conflicto con Venezuela
En su intento de no generar tensiones, hace un mes Francisco habría rechazado una audiencia privada con Tintori cuando viajó a Europa para darle visibilidad al caso de su esposo, el líder de la oposición venezolana Leopoldo López, detenido desde hace 10 meses. La versión que circuló es que el Papa no quería tensar las relaciones con el régimen venezolano de Nicolás Maduro.
Sin embargo, en mayo el sumo pontífice ya había manifestado su solidaridad con el preso político, de quien la comunidad internacional reclama su liberación. La ONU, por ejemplo, emitió una resolución exigiendo su inmediata liberación, algo que el Gobierno desoyó. Durante su gira por Europa, Tintori sí fue recibida por el presidente español Mariano Rajoy, a quien luego Maduro acusó de «injerencista».