Tres de los sujetos, que disfrazados de taxistas, asesinaron en Bogotá al agente de la DEA James Terry Watson, fueron condenados hoy en Estados Unidos: Andrés Álvaro Oviedo, a 20 años de cárcel; Héctor Leonardo López, a 25 años y Julio Estiven Gracia Ramírez, a 27 años, de acuerdo con la sentencia proferida por una Corte Judicial de Virginia.
Los tres condenados forman parte del grupo de seis sujetos extraditados a Estados Unidos por el asesinato del agente Watson, en desarrollo del llamado “paseo millonario” que le hicieron al ciudadano estadounidense el 20 de junio de 2013 en inmediaciones del Parque de la 93, al norte de la capital colombiana.
Junto con Andrés Álvaro Oviedo García, de 21 años; Héctor Leonardo López, de 23 y Julio Estiven Gracia Ramírez, de 30 años, fueron capturados y extraditados los otros integrantes de la banda criminal, identificados como Gerardo Figueroa Sepúlveda, de 38 años; Ómar Fabián Valdés Gualtero, de 27; y Édgar Javier Bello Murillo, de 26.
Como se recuerda, luego de salir de un restaurante el agente abordó un taxi y tras de él se subieron al vehículo los compinches del conductor, para despojarlo del dinero y pertenencias de valor, entre ellas las tarjetas bancarias.
Sin embargo, el ciudadano estadounidense opuso resistencia y para reducirlo a la impotencia, los atracadores procedieron a aplicarle choques electricos y lo apuñalaron.
Watson alcanzó a escapar, pero pocos metros más adelante se desplomó y murió.
El agente, de 43 años, hacía parte de un grupo élite de 50 hombres que realizaba misiones secretas encomendadas directamente por la Casa Blanca y había sido asignado a una oficina de la DEA en la ciudad de Cartagena, en la costa caribe colombiana.
Como responsables del crimen fueron capturados siete sujetos, pero uno de ellos, de nombre Angel Mauricio Pulgarín fue dejado en libertad, porque logró demostrar que era el conductor nocturno del taxi, pero esa noche el compañero con el cual alternaba la conducción, Edgar Javier Bello Murillo se había llevado el vehículo, sin explicar las razones.
Después, este último sujeto, conocido con el alias de “Payaso”, confesó públicamente haber sido el autor del asesinato del agente de las DEA en un intento por salvar de toda responsabilidad y de la misma extradición a los demás compinches.