Estados Unidos emitió una alerta de viaje a Venezuela debido a una situación de violencia «generalizada» en el país, y subrayó que hay estrictas restricciones al movimiento de los funcionarios de su embajada en Caracas debido a la «amenaza criminal» que enfrentan en ese país.
El Departamento de Estado difundió una alerta dirigida a los ciudadanos estadounidenses, que sustituye la emitida el pasado 4 de junio, con el fin de dejar constancia de que se han incluido «enmiendas», que no se hicieron públicas, «a la política de movimiento del personal estadounidense y sus familias» en Venezuela.
«El Departamento de Estado considera la amenaza criminal al personal del Gobierno de Estados Unidos en Venezuela lo suficientemente seria como para requerir que vivan y trabajen bajo estrictas restricciones de seguridad», señaló el comunicado.
Todo el personal contratado directamente por el Gobierno de EE.UU. y sus familias en la embajada estadounidense en Caracas están sujetos a una política que «limita, y puede ocasionalmente evitar, el acceso» de esos funcionarios «a ciertas áreas de Caracas y el interior del país», indicó.
Además, deben viajar en vehículos blindados cuando se trasladen desde y hacia el aeropuerto de Caracas y en el interior del país.
Una fuente del Departamento de Estado, que pidió el anonimato, indicó que la alerta de viaje emitida es una «actualización rutinaria» que la agencia hace cada seis meses en caso de situaciones de seguridad preocupantes en un país.
La fuente se negó a precisar si la seguridad del personal de la embajada estadounidense se ha fortalecido recientemente y aseguró que la emisión de la alerta de viaje no se produce en respuesta a las declaraciones de ningún funcionario venezolano.
La semana pasada, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó a la legación diplomática estadounidense en Caracas de «actuar de manera peligrosa» y aseguró que su Gobierno está «evaluando la situación».
El Departamento de Estado estadounidense rechazó esta semana esa acusación y aseguró que su embajada actúa de acuerdo a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
El resto de la alerta de viaje es muy similar a la difundida en junio pasado, aunque elimina ciertas referencias relacionadas con las protestas que comenzaron en el país caribeño en febrero pasado.
Aunque «decenas de miles de ciudadanos estadounidenses visitan Venezuela de forma segura cada año», el «crimen violento está generalizado en Venezuela, tanto en la capital, Caracas, como en el interior», sostuvo la alerta.
Venezuela tiene una de las tasas de homicidio «más altas del mundo», con 24.763 asesinatos en 2013, que suponen «79 homicidios por cada 100.000 habitantes», según cifras de la organización Observatorio de la Violencia en Venezuela citadas por el Departamento de Estado.
«Los secuestros también son un problema grave en todo el país», con 625 de esos sucesos reportados a las autoridades en 2013, si bien «se estima que el 80 % de los secuestros no se reportan».
«Además, hay violencia fronteriza, secuestros, narcotráfico y contrabando a lo largo de la frontera occidental de Venezuela», la que comparte con Colombia, añade la advertencia.
EFE