La organización ambientalista Greenpeace ofreció este miércoles sus disculpas «sin reserva alguna» al pueblo de Perú por una protesta de sus activistas en una zona protegida en las históricas líneas de Nazca, la cual generó el rechazo del Gobierno de Lima.
Los activistas de Greenpeace ingresaron el lunes al desierto de Nazca y desplegaron letras de tela de gran tamaño con un mensaje de protesta por el cambio climático, en busca de llamar la atención de los líderes mundiales que se reúnen esta semana en Lima para discutir medidas ante el calentamiento global.
El Gobierno peruano presentó una denuncia el martes ante un fiscal local contra Greenpeace y solicitó impedir la salida del país a los responsables del acto, que podrían enfrentar cargos por el delito contra el patrimonio cultural y penas de hasta 8 años de prisión, según las autoridades locales.
«En lugar de transmitir un pedido urgencia y esperanza a los líderes reunidos en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas que se lleva a cabo en Lima, nuestro mensaje ha tenido un efecto muy distinto, siendo concebido como irrespetuoso y poco empático», afirmó Greenpeace en un comunicado.
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