El debate sobre la legalización de la marihuana con fines medicinales coge cada vez más fuerza en el país… Los que se oponen sientan posturas firmes, mientras que los que la defienden se valen de estrategias para derribar el manto que estigmatiza la hierba y sus beneficios. Sin embargo, ahora, lo único cierto es que las voces que menos se escuchan son las de los directos necesitados, las de las personas que sufren algún tipo de enfermedad y que requieren de métodos específicos para calmar las dolencias de sus cuerpos.
Aunque en Colombia no hay una regulación para el suministro de aceites de marihuana, lo que si hay es madres a la espera de que el Congreso de la República apruebe estos métodos medicinales para calmar de manera legal los ataques de epilepsia de sus hijos, convulsiones, histerias, entre otras enfermedades.
Para no ir muy lejos en el país ya hay casos en lo que se usa la marihuana con niños epilépticos, y ese es precisamente el caso de Laura, una madre joven, muy joven, quien hace cuatro años dio a luz a un niño que con el paso del tiempo empezó a sufrir de ataques de epilepsia. Se golpeaba el cuerpo, se mordía la lengua, se rompía la cabeza… Laura estaba desesperada por lo que decidió acudir al aceite de marihuana encontrándose con una realidad alentadora, su hijo pasó de 40 ataque diarios a solo 10.
«Comenzamos a usar el aceite y ha sido fantástico, el cambio ha sido muy fuerte, después de mucho tiempo sin dormir tanto el niño como nosotros estamos pudiendo dormir, es un cannabis muy bajo en THC y no es para drogar al niño, realmente el cambio es impresionante bajó de 40 crisis a 10 diarias y solo le estamos dando la mitad de la dosis. Definitivamente estoy convencida que es lo mejor para curar tipos de enfermedades como la epilepsia en mi caso. Es muy importantes realmente nos produce mucho alivio, prefiero que mi hijo consuma algo natural que no tiene efectos preocupantes», dijo Laura.
La lucha para estas personas realmente es incansable, la necesidad es física, duele y como si fuera poco para ellos, su remedio es ilegal.
«El acceso al aceite es muy complicado porque no es legal, sin embargo debo decir que es muy barato comparado con la droga que le recetaban a mi hijo, un anticonvulsionante me costaba 200.000 pesos, en cambio en frasquito de aceite me cuesta 50.000», agrega la chica.
En fin, el Congreso ahora tiene la última palabra, lo importante es que este debate cuenta con importantes personalidades públicas que lo respaldan, como el propio presidente Juan Manuel Santos, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, el senador liberal, Juan Manuel Galán, el ministro de Justicia, Yesid Reyes, el director de la Fundación Buen Gobierno, Martín Santos, además el ex presidente de Uruguay, José Mujica.
Y por otro lado están los que se oponen a la iniciativa por miedo a que el proyecto le abra la puerta a la legalización con fines recreativos. El principal opositor sin duda es el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez.
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