Bogotá, 25 de Noviembre ¬_RAM_ Cifras del Emisor señalan que, al cierre de octubre, había 160,1 millones de billetes de esta denominación en la calles del país.
Cifras del Emisor señalan que, al cierre de octubre, había 160,1 millones de billetes de esta denominación en la calles del país.
Los billetes de 1.000 pesos, una especie en vía de extinción, podrían demorarse en desaparecer un tiempo más.
La razón está en que, si se mantiene la escasez de ‘sencillo’, a pesar de las medidas que está tomando el Banco de la República para que en la economía no falten las monedas de 1.000 pesos, el Emisor tendría que retomar la producción del billete con la imagen de Jorge Eliécer Gaitán.
Por lo pronto, la central de producción de la moneda en Ibagué está funcionando en su máxima capacidad (tres turnos durante las 24 horas del día) con el fin de suplir las necesidades de efectivo.
Pero, adicionalmente, el Banrepública está importando monedas desde Eslovaquia para ayudar a cubrir la demanda.
Justamente, la próxima semana inicia el desembarco en el país de un contenedor semanal, cada uno con 20 toneladas de monedas.
Sin embargo, antes de entrar en circulación deben pasar por un control de calidad entre los técnicos del Banco, con el fin de verificar que cumplan con todos los requisitos de calidad.
Si con ambas estrategias se mantiene la escasez, el Banco volvería a imprimir los billetes de mil pesos.
Aunque aún no se ha tomado una decisión en ese sentido, ya están en el proceso de búsqueda del papel y la tinta necesarias para imprimir los billetes, de manera que todo esté listo en caso de que sea necesario prender de nuevo la máquina, lo cual podría producirse el año entrante.
Como se recuerda, pequeños comercios y el transporte público, entre muchos otros, han manifestado inquietudes frente a la poca disponibilidad de efectivo en las denominaciones de 1.000 pesos.
En septiembre pasado, cuando hubo cuenta de esa situación, el Banrepública manifestó que “la alta demanda de moneda metálica que se ha observado recientemente está relacionada con el atesoramiento que el público y algunas entidades hicieron de la moneda de la nueva familia, especialmente de las monedas de $1.000 y $500, lo cual restringe su libre circulación como medio de pago y genera presión sobre las monedas de otras denominaciones”.
Cifras del Emisor señalan que, al cierre de octubre, había 205,8 millones de monedas de 1.000 pesos en circulación, algo así como 4,3 monedas por habitante, el doble que el año pasado.
Al mismo corte había 160,1 millones de billetes en circulación, frente a 248 millones a finales del 2013.