SANTIAGO (Reuters) – Los países del Mercosur y de la Alianza del Pacífico buscaron el lunes limar algunas diferencias para dinamizar el comercio dentro de Latinoamérica y fortalecer su presencia a nivel global, en medio un deterioro en las perspectivas para la economía mundial.
Ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de los dos bloques participaron junto a líderes empresariales y sindicales latinoamericanos en una inédita reunión en Santiago para hablar sobre integración, justo cuando el intercambio en la región se encamina a un virtual estancamiento por tercer año consecutivo.
Los cancilleres se comprometieron a estudiar la definición de temas factibles de sacar adelante en una denominada «agenda corta».
La Alianza del Pacífico -que promueve la liberación comercial- está integrada por Chile, México, Colombia y Perú. El Mercosur, de perfil más proteccionista, lo conforman Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Venezuela y Bolivia.
La anfitriona, la presidenta Michelle Bachelet, instó a los miembros a empujar por iniciativas regionales sin prejuicios.
«Encontrar la convergencia entre dos mecanismos de integración distintos, pero con metas similares, deber ser una realidad», dijo Bachelet durante la inauguración del foro. «Debemos dejar de lado de una vez por todas ese prejuicio de que hay dos bloques contrapuestos, que no dialogan entre sí».
Combinados, la Alianza del Pacífico y Mercosur representan más del 80 por ciento del comercio exterior de la región y más de un 90 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y de sus flujos de inversión extranjera directa, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Para los cancilleres reunidos, la clave es buscar puntos en común entre los bloques y modalidades de acuerdos específicos en una región que, pese a las crisis internacionales, ha logrado una relativa estabilidad y buen crecimiento económico.
«Esto es un intento de ver de manera objetiva y concreta la posibilidad de convergencia entre los países de la región», dijo el canciller de Brasil, Luis Alberto Figueiredo.
«No estamos conversando para poner presiones sino para comprender mucho mejor los caminos y maneras de hacer marchar esa idea de todos nosotros de una integración regional», agregó.
UTOPÍA ARANCELARIA
Tal como se había adelantado, en el encuentro no se trató la posibilidad de dar los primeros pasos hacia una convergencia arancelaria o regulatoria entre ambos bloques, pero sí en avanzar en áreas sin dañar los intereses nacionales.
«La estrategia de inserción externa de cada uno de nosotros responde, como no puede ser de otra manera, a modelos nacionales. En ese sentido puede haber diferencias», dijo el canciller argentino, Héctor Timerman.
Los ministros estimaron que es posible converger en materia de movilidad entre las personas, cooperación sanitaria, infraestructura, exportación de manufacturas y turismo.
Y también se podría abordar temas como energía, ciencia, tecnología, cadenas de valor e internacionalización de pequeñas y medianas empresas (PYMES) para mejorar la competitividad.
Al final de la reunión, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, dijo que es posible avanzar con realismo en determinadas áreas, aunque para esto se requiere de voluntad política.
«Me gusta mucho esta idea que se ha planteado hoy día de una agenda corta. ¿Por qué no miramos aquello que es factible?, ¿por qué no hacemos una lista de aquellos aspectos en los que es posible avanzar (…) aquello que sea menos controvertido?», agregó.
Un mayor diálogo entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur sería una oportunidad histórica de avanzar hacia una verdadera integración regional, destacó CEPAL, que ha alentado el diálogo entre empresas para promover cadenas de valor en Latinoamérica.
«Un proceso de integración de características regionales parece, pues, más adecuado a los signos de los tiempos y a las exigencias del cambio estructural en pro de la igualdad en América Latina», dijo la jefa de CEPAL, Alicia Bárcena, en un informe.
«La gradual convergencia entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur podría constituir un catalizador decisivo de ese proceso», agregó.
Reuters