El calentamiento global podría agravar «significativamente» la pobreza en el mundo al secar los cultivos agrícolas y amenazar la seguridad alimentaria de «millones» de personas, advirtió el Banco Mundial este domingo.
«Sin una acción fuerte y rápida, el calentamiento (…) y sus consecuencias podrían agravar significativamente la pobreza en numerosas regiones del globo», previno en un informe.
Sequías, olas de calor, acidificación de los océanos, el Banco Mundial visualiza un escenario donde la comunidad internacional no lograría su objetivo de limitar el aumento de las temperaturas en el mundo de 2ºC con respecto a la era pre-industrial, frente a un aumento de 0,8ºC actualmente.
En la hipótesis extrema de un aumento de 4ºC, los acontecimientos climáticos «extremos» que aparecen, en el peor de los casos, «una vez por siglo», podrían convertirse en la «nueva norma climática», afirma la institución, que suena particularmente alarmista en tres regiones del planeta: América Latina, Oriente Medio y Europa Oriental.
El rendimiento de los cultivos de soja podría caer del 30 al 70% en Brasil mientras que podrían desaparecer la mitad de los cultivos de trigo en América Central y en Túnez, adelanta el informe, que ha sido realizado con el aporte del Instituto de Investigación sobre el impacto climático de Potsdam, en Alemania.
«Las consecuencias para el desarrollo serían graves con una caída de los cultivos, un retroceso de los recursos acuáticos, una subida de las aguas y la vida de millones de personas puestas en peligro», enumeró el Banco Mundial,y añadió que las poblaciones «más pobres» y las más «excluidas socialmente» serían las primeras víctimas.
En el supuesto de un aumento de 4ºC, hasta el 80% de Oriente Medio y de Sudamérica podría verse afectado por olas de calor de una amplitud «sin precedentes», lo que podría provocar grandes olas migratorias, añadió el documento.
«Está claro que no podemos continuar con esta vía de emisión (de CO2) creciente y no controlada», escribió el presidente del BM, Jim Yong Kim, en el momento en el que la movilización por motivos climáticos vuelve a escena.
Los dos países más contaminantes del mundo, Estados Unidos y China, sellaron el 12 de noviembre un acuerdo inédito para frenar sus emisiones de dióxido de carbono.
El Fondo Verde de la ONU acaba de recibir sus primeras dotaciones de 9.300 millones de dólares y podrá comenzar a ayudar a los países pobres a luchar contra el calentamiento global.
– Impacto «inevitable» –
Pero el Banco Mundial asegura que habría que llegar más lejos, sobre todo para lograr su objetivo de erradicar la extrema pobreza de aquí a 2030.
Este objetivo se anuncia ya «complicado» en un mundo con 2ºC más pero podría estar totalmente «fuera de lugar» en caso de un aumento de 4ºC del termómetro mundial, explicó el Banco Mundial.
La institución estima igualmente que el margen de maniobra de la comunidad internacional se reduce mientras, a principios de diciembre, se espera en Lima (Perú) una reunión preparatoria de la conferencia de París.
«Existen pruebas crecientes de que, incluso con medidas de control muy ambiciosas, la atmósfera ya está inmersa en un calentamiento cercano a 1,5ºC de aquí a mitad de siglo», y que ciertos desarreglos climáticos son ya «inevitables», subrayó el BM.
Con el fin de invertir la tendencia, el organismo, que ha sido criticado por haber financiado proyectos basados en las energías fósiles, defiende desde hace varios meses un sistema que fije un precio a la polución, como por ejemplo, una tasa sobre el carbono.
En su informe, la institución llama a los países a cejar en sus estrategias de crecimiento económico «insostenible» a la vez que asegura que no tendrían que renunciar a su expansión ni a su desarrollo, como así dudan algunos de los grandes países emergentes.
«Una acción urgente es necesaria sobre el cambio climático pero no debe hacerse en detrimento del crecimiento económico», dijo Kim.
AFP