El presidente de los Estados Unidos instó a israelíes y palestinos a «rebajar las tensiones, rechazar la violencia y buscar un camino hacia la paz». Identificó a los tres ciudadanos estadounidenses que murieron en el atentado.
«En este sensible momento en Jerusalén, lo más importante para los líderes israelíes y palestinos y los ciudadanos comunes es trabajar juntos para rebajar las tensiones, rechazar la violencia y buscar un camino hacia la paz», dijo este martes el presidente Barack Obama.
A las 07:00, hora local en Jerusalén (05.00 GMT), dos palestinos irrumpieron en la sinagoga y acuchillaron a cuatro personas antes de morir bajo las balas de las fuerzas de seguridad, informó la policía.
Obama identificó a los tres israelo-estadounidenses que murieron en el ataque como Aryeh Kupinsky, Cary William Levine y Mosheh Twersky. «No hay ni puede haber justificación para tales ataques contra civiles inocentes», dijo el mandatario.
«Los pensamientos y oraciones del pueblo estadounidense están con las víctimas y familiares de los que fueron asesinados y heridos en este horrible ataque y en otros actos de violencia recientes», añadió.
La cuarta víctima israelí ha sido identificada como un ciudadano británico. Ocho personas resultaron heridas, entre ellas, dos policías; uno de ellos se encuentra en estado crítico. Se trata del ataque más sangriento registrado desde 2008 en la ciudad santa.