Javier Ventura, portavoz de la Estación Espacial Europea explicó en RCN La Radio que de lograr que el modulo Philae aterricé con éxito en el cometa 67/P sería un avance histórico para la ciencia y que lograría estudiar la relación de los cometas y la vida en la tierra.
La sonda europea Rosetta lanzó el módulo Philae sobre el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko, a una distancia todavía de 22 kilómetros y en el que aterrizará unas siete horas después para estudiar su composición.
«Es una misión arriesgada, pero en la ciencia hay que tomar riesgos», aseguró Javier Ventura, al hacer referencia al proceso de aterrizaje del modulo Philae que se separó de Rosseta sobre las 2:30 de la madrugada hora local colombiana.
El director de Vuelo de Rosetta, Andrea Acommazzo, dijo que la maniobra de separación se produjo con «éxito» y que Philae va de camino al cometa.
Es la primera vez en la historia que una nave está tan cerca de un cometa, algo que algunos expertos han comparado por su importancia científica y complejidad técnica con la llegada a la Luna o con la misión japonesa Hayabusa, que en 2005 hizo pruebas de la superficie de un asteroide.
«Estamos muy emocionados. Si logramos tomar muestras del cometa, sería un avance histórico», sostiene el portavoz de la Estación Espacial Europea.
La sonda europea Rosetta se encontró en agosto con el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko tras un viaje de diez años a través del Sistema Solar para estudiar su origen en un momento en que el cometa todavía no está activo porque se encuentra a una distancia de 450 millones de kilómetros del Sol.
El aterrizaje se producirá previsiblemente en una zona llamada Agilkia, que está situada en una parte del cometa a la que le da el Sol porque el módulo se alimentará con energía solar.
De momento, no es completamente seguro que se vaya a producir el aterrizaje y es posible que Philae no logre engancharse al cometa en la maniobra de aterrizaje.
«La parte más delicada será en unas horas cuanto toque terreno. No sabemos perfectamente como y si pudiera doblarse o rebotar», sostuvo Ventura.
En medio de esta operación arriesgada también influye la conformación del cometa que tiene «una gravedad muy pequeña, también podemos caer en una zona de rocas o que tenga una pendiente pronunciada. Además el material puede ser blando y el modulo se hundiera».
Philae, si sobrevive, medirá el campo magnético del cometa y tomará pruebas, de hasta 30 centímetros de profundidad, de los materiales de la superficie del núcleo en la fase de máxima actividad, cuando se acerca al Sol.
La ESA va a estudiar en detalle el desarrollo de la coma del cometa, averiguar el agua que tiene dentro y la expulsión, ver qué tipo de agua es y si es como la de la Tierra, ya que en caso de que sea así fueron los cometas los que trajeron el agua a la Tierra.
«La primera pregunta es intentar entender de qué están hechos los cometas. Otra gran pregunta es la posibilidad del vínculo entre hielo de los cometas y el agua que hay en la tierra. Creemos que gran parte del agua de la Tierra viene de choques de cometas y podemos hacer experimentos que ratifiquen esa hipótesis».
La ESA también estudiará si hay moléculas complejas -origen de la vida- y si fueron los cometas los que pudieron haberlas traído también a la Tierra.
«Sabemos que los cometas tienen moléculas orgánicas complejas de Nitrógeno, de Oxigeno y Carbono por eso podemos verificar si estas llegaron a la Tierra y fueron material que tuvo una vinculación cercana a la vida», afirma Ventura.
EFE