Naciones Unidas manifestó su preocupación por la sentencia que un tribunal indígena en Colombia emitió contra siete miembros de las rebeldes FARC.
Cinco de los rebeldes fueron sentenciados a entre 40 y 60 años de cárcel, y otros dos menores recibirán 20 latigazos, por el asesinato de dos líderes indígenas de la tribu Nasa.
El representante de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild, dijo que no hubo garantías de un debido proceso.
Añadió que cualquier colombiano, inclusive un rebelde culpable de participar en un asesinato, tenía derechos humanos.
Hochschild manifestó que los rebeldes del principal grupo guerrillero de Colombia debieron haber sido juzgados en un tribunal independiente.
La ley colombiana permite a las autoridades indígenas tener jurisdicción en sus propios territorios con la condición que no contravenga la constitución nacional.