El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, confía en el cierre «a corto plazo» del proceso de paz en marcha en su país aunque tiene muy presente que «cincuenta años de conflicto no se resuelven en cincuenta semanas».
Este conflicto armado «es el más antiguo y el único que subsiste en el hemisferio occidental», recuerda el presidente colombiano en una entrevista que hoy publica el semanario luso «Expresso», dos días después de su visita relámpago a Lisboa, una de las seis capitales europeas que incluyó en su gira para recabar apoyos al proceso de paz.
Pese a las dificultades, ya «avanzamos muchísimo más que en intentos anteriores» y «confío en que, a corto plazo, llegaremos a un acuerdo» en todos los puntos que centran las negociaciones en marcha en La Habana.
Santos admitió que hay «voluntad», por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de llegar a un acuerdo.
«Tengo que reconocer que sí. El día que no haya voluntad, me levanto de la mesa y me voy», dijo.
Entre los puntos de negociación, el más difícil es el relativo a «la línea trazada entre justicia y paz», es decir, «qué justicia estamos dispuestos a aplicar o a sacrificar para conseguir la paz», añadió.
El mandatario colombiano explicó que en su gira por Europa buscó esencialmente apoyo político porque «es muy importante que cualquier decisión tomada por los colombianos sea apoyada por la comunidad internacional, para sustentar los acuerdos».
Además, aclaró, Europa «va a ayudarnos a preparar la fase del posconflicto, que será tan compleja como el proceso actual».
Sobre cuándo podría anunciarse el fin de la negociación, Santos espera que sea lo antes posible «porque cuanto antes cerremos los acuerdos, más vidas podremos salvar».
Las víctimas en Colombia «son más de 6 millones» y «no solo vamos a protegerlas» sino que también, por primera vez, «estamos escuchándolas e integrándolas en la solución del conflicto», incidió.
El Ejecutivo de Santos y la guerrilla llevan dos años inmersos en una negociación en la que se ha alcanzado ya un preacuerdo en tres de los cinco puntos marcados en la agenda.
La cercanía de un acuerdo definitivo ha sido el detonante para que Santos iniciara un maratón diplomático por Europa para reunir apoyos políticos y también económicos, dado que las medidas pactadas requerirán una inversión cercana a los 35.000 millones de euros, según las cifras de la Comisión de Paz del Senado colombiano.
Con ese propósito, Santos inició su gira el pasado lunes en España, continuó en Bélgica, Alemania, Portugal y Francia, y cerró en Londres, una ciudad en la que el ahora presidente vivió diez años durante su etapa como representante de Colombia ante la Organización Internacional del Café (OIC).