La capital de Estados Unidos decidió este martes por referéndum legalizar la marihuana, una victoria simbólica que refuerza la tendencia a favor manifestada en otros estados del país, mientras que Florida rechazó el cannabis para fines medicinales.
Los ciudadanos de Washington DC apoyaron con un 64,26 % de los votos y 29,45 % en contra permitir a los adultos de 21 años poseer poco más de 50 gramos de marihuana, entregar -no vender- hasta 25 gramos a otros adultos y cultivar hasta tres plantas en sus casas, según datos parciales ofrecidos por la junta electoral del distrito de Columbia.
En julio, la capital había despenalizado la posesión de esta sustancia como delito y convertido en ofensa menor.
El Distrito Capital se une así a los estados de Colorado y Washington, situados en el noroeste del país, que en las elecciones de 2012 aprobaron legalizar la comercialización y posesión en pequeñas cantidades con fines recreativos.
Mientras, los votantes de Florida rechazaron hoy legalizar el uso medicinal de la marihuana por escaso margen en una consulta popular que formaba parte de la papeleta de las elecciones legislativas celebradas en Estados Unidos.
Con el 91 % del escrutinio, la enmienda constitucional, que movilizó a más de 5,7 millones de electores, no alcanzó el apoyo del 60 % de los votos necesarios para su aprobación y se quedó en el 57,5 %.
El candidato republicano, el gobernador Rick Scott, se posicionó en contra de la medida durante la campaña electoral, mientras que su adversario, el demócrata Charlie Crist, alegó que se trataba de un tema de «compasión».
Algunos de sus detractores, como la fiscal general del estado, Pam Bondi, y la Asociación de Jefes de Policía de Florida (FPCA), alertaban de que la definición utilizada por la iniciativa podía generar un uso descontrolado entre pacientes y su abuso por parte de personas no enfermas.
Según el texto de la propuesta, la marihuana ayudaría a pacientes diagnosticados con condiciones médicas «debilitantes», un término que los críticos del proyecto consideraban muy amplio.
La Enmienda 2, como aparecía en la papeleta de votación, clarificaba que estas condiciones son cáncer, esclerosis múltiple, glaucoma, hepatitis C, VIH, sida, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad de Crohn y parkinson.
Sin embargo, luego agregaba que se puede suministrar a enfermos de cualquier otra «condición» en la que un médico considere que la marihuana «pesaría posiblemente más que los riesgos de salud potenciales para un paciente», lo cual era considerado muy vago por los opositores.
Campañas a favor de su uso, como United for Care, contaban con lograr el objetivo y la semana pasada aseguraban que el 61 % de los encuestados se mostraba a favor de la medida.
El Senado del estado aprobó a principios de este año el uso médico y terapéutico de una cepa de marihuana baja en THC que ayuda, entre otros, a niños que sufren de epilepsia.