El Comité Interinstitucional contra las Fumigaciones (CIF), una organización ecuatoriana que supervisa la situación ambiental en la frontera con Colombia, aseguró hoy haber recibido denuncias por la presencia de olores de químicos usados en las aspersiones aéreas antidrogas que ejecuta el país vecino.
Adolfo Maldonado, integrante de esa organización no gubernamental, explicó a Efe que pobladores de San Martín, ubicada en el lado ecuatoriano del Río San Miguel, que sirve de límite internacional, denunciaron que varios niños de una escuela habían sido afectados por dichos olores.
«Gente de distintos lugares de la frontera», como Providencia, Barranca, Cochas Betano, Villahermosa y Providencia, también han informado del hecho y han señalado que «las fumigaciones se estaban haciendo» desde el viernes y que «efectivamente ha habido una afectación importante, especialmente a niños», señaló Maldonado.
Los menores han presentado síntomas como «dolores de cabeza», pero, entre la comunidad, sobre todo, «hay miedo, porque este tipo de cosas ya no se presentaban desde hace siete años», agregó.
Según esas informaciones, las fumigaciones se pudieron producir a una distancia de «entre tres y cuatro kilómetros» de la línea fronteriza, pero que, seguramente por efecto de los vientos, trazas de los químicos fumigados desde avionetas llegaron a territorio ecuatoriano.
Maldonado recordó que el año pasado los Gobiernos de Ecuador y Colombia suscribieron un acuerdo que incluía una «zona de exclusión» de fumigaciones de 10 kilómetros de ancho desde la frontera, que podía reducirse a 5 kilómetros el segundo año del convenio.
Dicha franja, incluso podía reducirse a sólo dos kilómetros de ancho, después del segundo año de vigencia del acuerdo, solamente si una comisión científica binacional comprobaba y certificaba que los químicos no llegarían a territorio ecuatoriano.
Según Maldonado, lo ocurrido puede caer como una violación a los acuerdos, por lo que instó a las autoridades nacionales a investigar las denuncias.
Maldonado señaló que esta denuncia se ha hecho llegar a la Cancillería ecuatoriana, pero el CIF dijo no ha recibido aún respuesta de las autoridades.
El Gobierno de Quito denunció en marzo de 2008 al de Bogotá ante la Corte Internacional de Justicia, por las aspersiones colombianas con glifosato (un potente herbicida usado para acabar con cultivos de coca) en la zona fronteriza, que afectaban a pobladores, fauna y flora en territorio ecuatoriano.
Sin embargo, en septiembre de 2013, Quito retiró la demanda tras llegar a un acuerdo con Colombia, según informó entonces dicha Corte.
EFE