Fiscalía declara de lesa humanidad 34 crímenes de la Unión Patriótica

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La Fiscalía General de la Nación declaró hoy como delitos de lesa humanidad 34 crímenes de líderes de la Unión Patriótica, comenzando por el del excandidato presidencial Bernardo Jaramillo Ossa, que habían prescrito y que ahora se reabren para continuar las investigaciones y lograr identificar y castigar a los responsables.

En el listado también figuran José Antequera y Gloria Isabel Cuartas–en este caso por persistentes amenazas de muerte, pues ninguna se concretó–, así como de otros líderes, activistas y simpatizantes de la UP que fueron asesinados entre los años 1968 y 1996 y cuyos casos estaban archivados u olvidados en los anaqueles de los juzgados.

Claro está que el crimen de Jaramillo Ossa, que prescribió ya, había sido declarado de lesa humanidad o crimen de guerra,–además de llegar a conocimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos– pero la Fiscalía los saca a flote para que haya “justicia y reparación” como también es el propósito de los restantes y sobre los cuales hay pruebas contundentes.

Los restantes asesinatos que son declarados de lesa humanidad o crimenes de guerra, corresponden a las siguientes personas:

Óscar Montoya
Misael A. Zambrano
Luz Marina Arroyave
Julio Cañón López
Rafael Gracia
Baldomero Useche
Félix Antonio Villalba
Carlos Gomina
Norman Sergio Vallejo
Diana Stella Cardona
Pedro Luis Valencia
Elkin de Jesús Martínez
Alberto León Muñoz
Francisco Elado Gaviria
Alfredo Gómez Doria
Leonardo Aguirre López
Carmelo Durando Romero y Otros
Arturo Moreno López
Jorge Luis Julio y Otros
Iber Modesto Rojas
Darío Pérez Negrete
Alfredo Manuel Florez y Otro
Enrique Cabria Genes
Arsenio Córdoba Blandón
Luis Alberto Junco A.
Silvio Miguel Gómez
Luis Álvaro David Oliveros
Bartolome Cataño Vallejo

El Fiscal General de la Nación encargado Jorge Fernando Perdomo Torres afirmó que la decisión la tomó la Dirección Nacional de Análisis y Contextos (DINAC) del organismo investigador, basada en las declaraciones de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, además de la asociación de casos conseguida con el contexto realizado en 34 casos de la Unión Patriótica (UP).

“Se logró establecer, gracias a ese estudio de contexto, que aquí nos encontramos ante delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra. Delitos de diferente categoría, como homicidios, desaparición forzada y otros delitos, como el delito de amenazas”, dijo.

En dicho contexto, la DINAC determinó que estas conductas tendientes a la victimización a nivel nacional de miembros y simpatizantes de la organización política Unión Patriótica, fueron casos de exterminio y ejecución general, reiterada y sistemática dentro del conflicto interno.

Perdomo Torres además confirmó que “se logró determinar que se trata de ataques cometidos por grupos paramilitares, en algunos casos, en asociación con agentes del Estado, ataques generalizados, sistemáticos reiterados contra la población civil, ocurridos entre 1986 y 1996.”

Esta investigación sirve como insumo para otras direcciones y seccionales de la Fiscalía General de la Nación que adelantan casos de la UP.

Al declarar estos casos como crímenes de lesa humanidad se conseguirá que no prescriban y que continúen en investigación, puntualizó el fiscal encargado.

“No significa esto que otros casos de miembros o simpatizantes del partido político de la Unión Patriótica, no sean considerados como crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra. Podrán ser considerados, pero ya el análisis va a ser mucho más fácil, por cuanto ya tenemos totalmente construido el contexto”, puntualizó.

union patriotica

Bernardo Jaramilo Ossa, fue dirigente agrario en el Urabá antioqueño, militante del Partido Comunista Colombiano, y presidente de la Unión Patriótica después de la muerte de Jaime Pardo Leal en 1987.

Fue asesinado en Bogotá el 22 de marzo de 1990, Jaramillo llegó con su compañera Mariela Barragán y varios escoltas del DAS al Terminal del Puente Aéreo en Bogotá para abordar un vuelo con destino a Santa Marta donde tomaría vacaciones y prepararía su campaña.

Un joven sicario paramilitar llamado Andrés Arturo Gutiérrez Maya aprovechó que Jaramillo Ossa estaba al frente de una farmacia, sacó una Ametralladora Mini Ingram 380 y le disparó prácticamente a quemarropa.

A pesar de haber recibido amenazas de muerte, el dirigente político no se había puesto el chaleco de balas de rigor.

Herido gravemente, fue llevado a la clínica de La Policía en la avenida Eldorado y antes de ser llevado al quirófano murió tras una demora en el ascensor del centro asistencial.

El crimen de Jaramillo Ossa se atribuyó en principio al capo de capos Pablo Escobar, pero este lo desmintió en un comunicado en el que declaró sentir respeto por el dirigente político ya que era enemigo de la extradición.

Después fueron condenados por el hecho los cabecillas de las autodefensas Carlos Castaño Gil y su hermano Fidel. Sin embargo en el libro “Mi confesión”, Carlos Castaño Gil desmintio el hecho, argumentando que estuvo presente el día de tal decisión, pero nunca estuvo de acuerdo con el operativo. Además estableció que dicho asesinato no fue ejecutado por sus tropas, pero si por unas muy cercanas a su organización.

Alias “Popeye”, mano derecha de Escobar dijo que aquel había contactado a Jaramillo para advertirle el peligro que corría.

Gutiérrez Maya, el sicario que había acabado con la vida de Jaramillo fue asesinado días más tarde.

Mientras tanto, José Antequera fue secretario general de la Juventud Comunista Colombiana (JUCO) y presidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Colombia, UNEC. Fue asesinado el 3 de marzo de 1989 en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, atentado en el que a su vez resultó herido el entonces precandidato Ernesto Samper.

Se acusó del crimen a Gonzalo Rodriguez Gacha, alias “el mexicano”, capo del Cartel de Medellín, ligado con los asesinatos de Bernardo Jaramillo Ossa y Carlos Pizarro, inclusive también con el crimen de Luis Carlos Galan ocurrido 5 meses después.

Se basaron en declaraciones de Jhon Jairo Velásquez Vásquez alias “popeye” ex-lugarteniente del jefe del Cartel de Medellín Pablo Escobar, quien afirmó que el arma usada en el crimen de Galan fue también usada en los crimenes de Antequera , Jaramillo y Pizaro.

Después del asesinato de Jaramillo Ossa y muchos otros líderes, la dirigencia de la Unión Patriótica pasó a la social-democracia y junto con otras tendencias hizo parte del Frente Social y Político, que luego se uniría al Polo Democrático.

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