WASHINGTON — Tres empleados del Servicio Secreto fueron despedidos, con lo que suman nueve el número de personas que pierden el empleo tras el escándalo causado por miembros de la agencia estadounidense que contrataron prostitutas en Colombia.
El presidente Barack Obama dijo que los empleados involucrados en el sórdido incidente eran «tontos», pero que no eran representativos de la agencia que protege a su familia.
Dos empleados renunciaron y a un tercero se le revocó su licencia, dijo el martes el Servicio Secreto. El empleado que perdió su licencia puede apelar la decisión.
El representante republicano Peter King, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la cámara baja, dijo que uno de los agentes que renunciaron se alojó en el hotel Hilton de Cartagena, donde Obama se hospedó durante la Cumbre de las Américas. Los otros se registraron en el Hotel Caribe.
Dos elementos más fueron exculpados de faltas graves a los códigos de conducta. La semana pasada, seis empleados, incluidos dos supervisores, fueron cesados y uno más fue exculpado de conductas graves. Los tres que fueron exculpados aún serán sujetos de «acciones administrativas apropiadas», dijo el Servicio Secreto.
El escándalo comenzó cuando un altercado entre un empleado del Servicio Secreto y una prostituta que exigía el pago de sus servicios llegó hasta el vestíbulo del Hotel Caribe. Una decena de elementos del ejército estadounidense también están implicados, y el secretario de Defensa Leon Panetta dijo esta semana que les revocaron sus licencias.
Obama reconoció el martes que el escándalo era «una pequeña distracción» y pidió ver las cosas con perspectiva.
«Estos tipos son increíbles. Ellos me protegen. Protegen a Michelle. Ellos protegen a las niñas. Ellos protegen a nuestros funcionarios en todo el mundo», dijo el presidente al programa «Late Night with Jimmy Fallon», de la cadena NBC.
«Un par de tontos no deberían restar valor a lo que (los agentes del Servicio Secreto) hacen. Lo que estos tipos estaban pensando, no lo sé. Por eso no están más allí», dijo Obama.
Mientras Obama hablaba, funcionarios del Capitolio indagaban si había reportes de mala conducta en la agencia en la última década y se aprestaban para el primer informe público sobre el incidente.
Una decena de miembros del Servicio Secreto y otros 12 militares que preparaban la llegada de Obama a Cartagena están bajo investigación por haber contratado prostitutas.
Hasta 20 prostitutas estuvieron involucradas con el grupo y se presume que ninguna era menor de edad.
La Policía local intervino en nombre de la prostituta que exigía su pago. La prostitución es legal en Colombia, pero viola los códigos de conducta del personal de Estados Unidos que estaba trabajando allí.
En Bogotá, la canciller colombiana María Angela Holguín salió en defensa de Cartagena, uno de los principales destinos turísticos del país.