PARÍS, Francia.- El socialista François Hollande ganó el domingo la primera vuelta de la presidencial francesa con un 28.6 a 29.2% de votos y disputará la segunda como favorito contra el presidente saliente Nicolás Sarkozy (26.1 a 27.3%), según estimaciones de las televisiones.
El socialista François Hollande ganó la primera vuelta de la presidencial francesa y disputará la segunda como favorito con el presidente saliente Nicolás Sarkozy.
Hollande y Sarkozy, ambos de 57 años, se enfrentarán el 6 de mayo en la segunda vuelta electoral, de importancia capital en Europa ante el actual contexto de crisis de la zona euro, pero la dinámica es favorable al socialista, que puede contar con la reserva de votos de los otros candidatos de izquierda y de los ecologistas.
El presidente saliente tendrá por su lado el desafío de atraer al centro y a la extrema derecha, que cosechó el mejor resultado de su historia.
Ante una muchedumbre entusiasta de simpatizantes reunida en Tulle (sur), Hollande dijo que se ve como “el mejor situado para ser el próximo presidente”, y presentó el resultado como una “sanción” a Sarkozy.
Arropado por sus seguidores en una sala de París, donde coreaban a gritos su nombre, Sarkozy respondió minutos después afirmando que afronta la segunda vuelta “con confianza”.
El mandatario saliente propuso que antes del 6 de mayo se organicen tres debates “sobre cuestiones económicas y sociales, sobre cuestiones de sociedad y cuestiones internacionales”. Hollande rechazó de inmediato la idea y dijo que el único debate previsto inicialmente es suficiente.
El candidato socialista se pronunció a favor de “reorientar a Europa por el camino del crecimiento y el empleo”, tras prometer en la campaña que si es elegido renegociará el tratado de austeridad fiscal aprobado por la casi totalidad de los países de la UE en marzo.
Según tres sondeos publicados ayer por los institutos IPSOS, IFOP y Harris, Hollande se impondría holgadamente en la segunda vuelta con 54 a 54.5%, contra 45.5 a 46% el presidente saliente.
La otra ganadora de esta elección, aunque haya quedado fuera de la contienda, fue Marine Le Pen, de 43 años, que queda tercera con un resultado (17.3 a 18.5%) que es el mejor de la historia de su partido de extrema derecha, el Frente Nacional.
“La batalla por Francia no ha hecho más que empezar”, declaró Le Pen tras conocerse el resultado.
La participación fue de un 80%. Unos 44.5 millones de electores estaban convocados a las urnas.
El ganador de la segunda vuelta presidirá durante cinco años una de las principales potencias mundiales, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, con un poder casi sin parangón en el mundo democrático.
En caso de ser elegido, Hollande sería el primer presidente francés de izquierda desde François Mitterrand (1981-1995).
La crisis -marcada por la explosión del déficit y la deuda y un desempleo de 10%- proyectó su sombra sobre la campaña, obligando a los candidatos a abordar la desindustrialización y a reclamar mayor proteccionismo europeo y el retorno al equilibrio de las cuentas.
Hollande, exsecretario del Partido Socialista de 1997 a 2008, fue designado en las primarias socialistas de 2011, y logró convertir la elección en un referéndum contra el quinquenio de Sarkozy, apodado el “hiperpresidente” por su activismo en todos los frentes.
Sarkozy, que batió récords de impopularidad, intentó eludir su balance económico y social y distanciarse de la imagen de “presidente de los ricos”, desarrollando una campaña muy de derecha, agresiva, basada en la seguridad y la inmigración.