PARÍS – Cerca de 45 millones de franceses están convocados a las urnas el domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, a las que concurren diez candidatos, entre ellos, el actual presidente Nicolas Sarkozy, y el favorito de los sondeos, François Hollande.
Los territorios de ultramar como Guayana, Martinica o Guadalupe comenzaron desde el sábado a votar a los diez candidatos que se presentan a la primera vuelta de las presidenciales galas, la víspera de que se celebren los comicios en la Francia continental, con dos claros favoritos: Nicolas Sarkozy y François Hollande.
Efe informó que algo más de un millón de electores estaban llamados el sábado a las urnas, para compensar la diferencia horaria y no obligar a los residentes de esos territorios a votar el domingo, mientras en la Francia continental empiecen a conocerse los primeros resultados.
Entre ellos están también los ciudadanos franceses inscritos en diferentes consulados del continente americano.
Aunque el recuento de los votos se hará al cierre de las urnas, los resultados no se darán a conocer hasta el domingo a las 20:00 hora local de París (18:00 GMT), cuando hayan cerrado todos los colegios de la metrópoli.
En total, cerca de 45 millones de electores (un censo similar al de hace cinco años) decidirán quiénes serán los dos aspirantes que concurrirán el próximo 6 de mayo a la segunda y definitiva vuelta de los comicios, de la que saldrá elegido el próximo presidente de Francia para un período de cinco años.
AFP detalló que el pistoletazo de salida de esta primera vuelta la dieron los ciudadanos de San Pierre y Miquelon, a los que siguieron los de la Guyana francesa, Guadalupe, Martinica, San Bartolomé, San Martín y la Polinesia francesa, luego los franceses en el continente americano.
El riesgo de la abstención
La abstención, por la que estarían tentados un cuarto de los electores, es el gran interrogante de estos comicios, al cabo de una campaña marcada por la crisis económica, un desempleo récord y las dudas y debates sobre el futuro de la Eurozona.
El caldo de cultivo de la abstención «es la desconfianza generalizada» por la «incapacidad de los gobiernos de solucionar el problema del desempleo», lo que es percibido como un «signo de la impotencia de los políticos», estima el politólogo Brice Teinturier, del instituto TNS Sofres, según la Agencia France Press.
Para los electores «la credibilidad es un elemento absolutamente esencial», agrega Teinturier.
La campaña marcó también la frontera entre «los que han interiorizado las imposiciones de la mundialización y los que quieren volcar la mesa», en un sistema económico percibido como agotado, agrega el experto, quien considera que esto explica los altos porcentajes en las intenciones de voto de los candidatos de la extrema derecha y de la izquierda radical.
En paralelo a los asuntos políticos, la polémica sobre la difusión de los resultados de las elecciones acaparó los debates en la recta final de la campaña, que terminó el viernes.
La tercera fuerza
Efe destacó que las urnas aclararán también cuál será la tercera fuerza más votada, una posición que, de acuerdo con las encuestas, se disputarán la candidata de extrema derecha del Frente Nacional, Marine Le Pen, y el aspirante del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon.
Si bien el domingo por la noche se conocerá ya casi la totalidad del escrutinio de la primera vuelta, el calendario electoral fija el miércoles como fecha límite para que el Consejo Constitucional proclame los resultados.
A continuación, el próximo viernes, comenzará oficialmente la campaña electoral para la segunda vuelta, que se celebrará el 6 de mayo en la metrópoli y, de nuevo, la víspera en los territorios de ultramar y en ciertos consulados.
La investidura del jefe del Estado salido de las urnas deberá ser antes del 17 de mayo, días antes de que se inicie la campaña para las elecciones legislativas a dos vueltas, los próximos 10 y 17 de junio. (Agencia)