Republicano investigará a personal de Casa Blanca tras escándalo en Cartagena

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WASHINGTON, DC – El senador republicano Chuck Grassley dijo el viernes que averigua si personal de la Casa Blanca estuvo implicado en el escándalo de prostitución en Colombia en el que presuntamente participaron miembros del Servicio Secreto y del Ejército de EU.

Grassley, el republicano de mayor rango en el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos, envió una carta al director del Servicio Secreto, Mark Sullivan, y al inspector general interino del Departamento de Seguridad Nacional, Charles Edwards, en busca de información sobre si empleados de la Casa Blanca estuvieron implicados en el escándalo.

La carta, para efectos prácticos, busca ampliar la investigación del escándalo, que supuso una gran vergüenza para la Administración Obama y ha mancillado la imagen del Servicio Secreto.

En concreto, Grassley quiere saber si la investigación interna del Servicio Secreto abarca a empleados de la oficina de comunicaciones y del equipo de avanzada de la Casa Blanca, a cargo de la logística sobre el terreno cuando viaja el mandatario estadounidense.

Grassley busca más información sobre el escándalo tras un sesión informativa a puerta cerrada que el Servicio Secreto ofreció al Comité Judicial del Senado, que tiene jurisdicción sobre los servicios de seguridad.

En la misiva, Grassley solicita formalmente datos y documentos sobre el número de habitaciones reservadas en el Hotel Caribe, donde uno de los agentes del Servicio Secreto presuntamente discutió con una de la veintena de prostitutas implicadas debido al impago de servicios. Grassley quiere saber si se reservaron habitaciones en otros hoteles.

Debido a que los equipos de comunicaciones y de avanzada del Servicio Secreto y de la Casa Blanca suelen trabajar en conjunto, Grassley también busca información sobre si éstos compartieron habitaciones y si éstos también tuvieron invitados que pasaron la noche en el Hotel Caribe o en otros hoteles.

Pidió copias de los reglamentos

Grassley también pidió una copia oficial de las políticas, restricciones y reglamentos de conducta que los agentes y oficiales reciben y deben obedecer como parte de sus tareas en el exterior.

La carta no establece un plazo para que el Servicio Secreto entregue estos datos.

Varios líderes de ambos partidos del Senado han dicho en días recientes que están recabando información sobre el incidente antes de determinar si convocarán o no audiencias al respecto.

En el escándalo del pasado día 11, ahora bajo investigación, once miembros del Servicio Secreto y una cifra igual del Ejército de Estados Unidos presuntamente tuvieron contacto con prostitutas en un hotel de la ciudad colombiana de Cartagena, previo a la llegada del presidente Barack Obama a la VI Cumbre de las Américas.

Fuentes anónimas allegadas a la investigación dijeron a medios locales que un doceavo agente ha sido implicado en el escándalo pero que éste ha sido disciplinado con una licencia administrativa.

Entre el jueves y viernes, seis de los agentes del Servicio Secreto presuntamente implicados en el escándalo han presentado su renuncia o han sido despedidos.

Mientras, el portavoz del Pentágono, George Little, dijo que el secretario de Defensa, Leon Panetta, se mantiene al tanto de la investigación en curso y ha expresado «serias preocupaciones sobre la presunta conducta indebida» de los once militares implicados.

El Pentágono aún no ha ofrecido una sesión informativa a los miembros del Congreso sobre su propia investigación, pero lo hará «en el futuro cercano», aseguró Little.

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