Ministros dialogarán con indígenas que impiden reparar oleoducto

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El Gobierno dispuso hoy que tres ministros se reúnan con líderes del pueblo indígena uwa, que se opone a la reparación de un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas dinamitado por la guerrilla hace 21 días, informaron fuentes oficiales.

Los ministros de Minas y Energía, Amylkar Acosta; del Interior, Aurelio Iragorri y de Medio Ambiente, Luz Helena Sarmiento, viajarán el próximo viernes al municipio de Toledo, en el departamento de Norte de Santander, para escuchar a los aborígenes.

Los uwa, uno de los pueblos nativos que más defienden sus derechos ancestrales y sus costumbres, se oponen a la explotación del petróleo en sus tierras.

Actualmente los aborígenes viven en zonas rurales de los departamentos de Boyacá, Santander, Norte de Santander y Arauca, fronterizos con Venezuela.

Hace 21 días, guerrilleros dinamitaron un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas en una zona rural de Toledo (Norte de Santander), lo que generó derrame de crudo y la contaminación de las fuentes hídricas de las que se surten los indígenas.

El Caño Limón-Coveñas, de 770 kilómetros de longitud y propiedad de la estatal Ecopetrol, transporta el crudo producido en los campos de Arauca, en la frontera con Venezuela, hasta el puerto caribeño de Coveñas.

Desde hace meses los aborígenes pidieron una reunión en la que estuviera el presidente Juan Manuel Santos para exponerle no solo su desacuerdo con la explotación de petróleo, sino los daños ecológicos por los atentados, además de otros problemas en salud, educación, participación y desplazamientos por el conflicto interno.

Como sus requerimientos no han sido atendidos, los indígenas no permiten el ingreso de los técnicos de la estatal Ecopetrol para reparar el oleoducto.

El ministro Acosta, citado en un comunicado del Ministerio de Minas, dijo que se han hecho varios intentos de persuadir a los uwa que impiden reparar un daño que deja en «gran riesgo no solo a sus habitantes, sino al medio ambiente, además del perjuicio que se está causando a la economía del país».

Acosta explicó que mientras el tubo esté roto hay un riesgo latente porque si se produjera otro atentado se provocaría «un movimiento de gases y productos que podrían generar una explosión o incendio afectando a los pobladores de las áreas aledañas».

La ONG Amazon Watch, que acompaña a los uwa desde 1997, dijo hoy que los indígenas, desde su punto de vista, consideran que el paso del oleoducto por sus tierras es una amenaza

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