Amante de ex jefe de CIA tenía datos secretos en computador

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WASHINGTON (Reuters) – El computador utilizado por Paula Broadwell, la mujer cuya aventura con el director de la CIA, general David Petraeus, llevó a su renuncia, contenía importante información secreta que debería haber estado guardada bajo condiciones más seguras, dijeron el miércoles funcionarios policiales y de seguridad nacional.

Los contenidos del material secreto y cómo lo obtuvo Broadwell siguen bajo investigación, dijeron los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato porque no están autorizados a realizar comentarios en público.

Pero la cantidad de material secreto hallado en el computador era lo suficientemente importante como para autorizar a que la investigación continúe, dijeron los funcionarios a Reuters.

El presidente Barack Obama dijo el miércoles en una conferencia de prensa que hasta el momento no hay indicios de que algún documento secreto haya sido revelado como resultado del escándalo, pero sostuvo que no prejuzgará los resultados de la investigación.

Como una oficial en reserva de la inteligencia militar, Broadwell -quien fue una de los autores de una biografía sobre Petraeus- tenía autorizaciones de seguridad que le daban acceso a material secreto, dijeron varios funcionarios. Sin embargo, las normas del Gobierno requieren que el material secreto sea almacenado en ubicaciones o computadores seguros.

Dos funcionarios con conocimiento del caso dijeron que una pregunta que se hacen los investigadores es si Broadwell siguió las normas del gobierno para manejar información secreta.

En la noche del lunes, investigadores del FBI revisaron la residencia de Broadwell en Charlotte, Carolina del Norte, una medida que según funcionarios se realizó con su consentimiento.

Los intentos por contactar a Broadwell, quien ha permanecido fuera de la vista pública, no han tenido éxito. La mujer fue vista la noche del martes en la casa de su hermano en Washington, D.C.

No está claro dónde o cómo consiguió Broadwell la información secreta. Durante la investigación del FBI que llevó al descubrimiento de la aventura entre Petraeus y Broadwell, ambos individuos negaron que Petraeus le hubiese entregado información secreta y el FBI aceptó sus explicaciones, dijeron fuentes policiales.

ES IMPROBABLE QUE SE PRESENTEN CARGOS CRIMINALES

Funcionarios policiales también han dicho que creen que la investigación del FBI sobre el caso probablemente terminará sin cargos criminales. Si se determina que Broadwell manejó mal la información secreta, ella podría enfrentar medidas bajo las normas administrativas de seguridad.

Sin embargo, los más recientes acontecimientos podrían aplastar las esperanzas de algunos miembros del Departamento de Justicia y del Congreso de un pronto final del escándalo, que esta semana también involucró al comandante de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, general John Allen.

Petraeus no ha realizado declaraciones públicas desde que anunció el viernes su renuncia como jefe de la CIA.

El general en retiro del Ejército acordó, sin embargo, testificar ante el Congreso por el atentado contra el consulado de Estados Unidos en Bengasi, Libia, en el que murieron cuatro estadounidenses, en medio de preguntas sobre las medidas de la CIA antes, durante y después del ataque del 11 de septiembre del 2012.

La presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado, Dianne Feinstein, dijo que Petraeus estaba dispuesto a testificar sobre el ataque perpetrado en Bengasi, pero que aún no se ha decidido la fecha, dijo un portavoz de la senadora demócrata por California.

Legisladores estadounidenses están exigiendo ser informados sobre la indagación del FBI en torno a una relación extramarital entre Petraeus y su biógrafa, Paula Broadwell.

El congresista republicano por Texas Lamar Smith, quien preside la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, escribió al jefe del FBI, Robert Mueller, para pedirle que estableciera una cronología en torno al desarrollo del caso y si Petraeus es centro de una investigación criminal.

«¿El FBI ha concluido que el general Petraeus no está sujeto a una investigación criminal relacionada con actividades de inteligencia?», se pregunta Smith en la carta.

Más temprano el miércoles, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, quien se encuentra en Australia, aconsejó no sacar conclusiones apresuradas sobre las acciones de Allen, un día después de colocarlo bajo investigación por su relación con el escándalo de Petraeus.

Allen, un general del cuerpo de marines que ha negado las acusaciones, está siendo investigado por haber mantenido supuestos contactos inapropiados con una mujer que está en el centro del caso de Petraeus, Jill Kelley, miembro de la alta sociedad de Florida.

Panetta defendió su decisión de enviar el caso al inspector general del Pentágono y de suspender la nominación de Allen para otro cargo en el comando militar de Estados Unidos, al decir que era una medida prudente «hasta que determinemos los hechos».

(Reporte adicional de Phil Stewart en Australia, Patrick Rucker, David Alexander, Rick Rothacker, David Ingram, Tabassum Zakaria, Susan Cornwell, Matt Spetalnick, Margaret Chadbourn. Escrito por Warren Strobel; Editado en Español por Ricardo Figueroa)

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