La hora de los creativos

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Mientras a la reforma de justicia del gobierno le empieza a salir competencia uribista, en el de anticorrupción algunos se están poniendo creativos.

Esta semana entraron en la agenda del Congreso los proyectos de reforma políticaredactados para atacar la corrupción y que, en esencia, deberán recoger el espíritu de la votación de la consulta del 26 de agosto. Por esa simple razón, se espera que sean aprobados sin chantajes burocráticos al Gobierno, pero lo que ya empieza a preocupar es que lo que se apruebe se aleje de lo que la gente está reclamándoles a los políticos.

Lo mismo está pasando con la reforma a la justicia que acaba de proponer la bancada del Centro Democrático para que haya un revolcón en la manera de juzgar a congresistas y magistrados y que, sobre todo, ha llamado la atención porque revive la inmunidad parlamentaria de antes de 1991 para permitir que solamente haya detención y juicio de los legisladores con autorización de la cámara de la que haga parte el acusado.

En el trámite de la reforma política que fue aprobada en la Comisión Primera de la Cámara fue denunciado un “mico” relacionado con el límite a tres periodos para que los políticos no se queden toda la vida en la curul y permitan la renovación. Según la representante Juanita Goebertus, con la proposición aprobada por iniciativa de los liberales, la prohibición solo será para períodos consecutivos, es decir que no habría límite porque el político se podría mover de una corporación a otra.

En el Senado, la propuesta de reforma del gobierno pasó de 4 a 19 artículos. Ya empiezan a colgarle todo tipo de propuestas como voto a los 16 años, doble vuelta para elección de alcaldes en ciudades de más de 100.000 habitantes o la cabeza de lista para candidatos presidenciales en caso del Congreso o a Alcaldías y Gobernaciones en lo local y regional.

“Ya se pusieron creativos”, dijo en Hora 20 el senador David Barguil al cuestionar este tipo de iniciativas que empiezan a aparecer en las reformas más importantes del Congreso. Pero lo que acaba de pasar con las primeras propuestas no debe sorprender a nadie. Es de la esencia de las funciones de los congresistas presentar modificaciones a los proyectos de ley. El problema es que están tomando decisiones de las que dependerá su supervivencia política que pueden ir en contravía del mandato de la consulta. Los excesos de creatividad o de viveza han terminado o haciéndole daño al Congreso o a las reformas como ha pasado con los intentos de transformar la política o la justicia en los últimos años. Gente con ideas, como decía el periodista Hernando Santos Castillo.

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