Iván Duque presidente electo

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Por Oscar Sevillano

Colombia ha elegido a Iván Duque como Presidente de la República, quien debe trabajar por una reconciliación política que permita superar la división y el odio que se generó en nuestro país, en donde el Centro Democrático tiene buena parte de la responsabilidad.

Suenan bien las opiniones de quienes creen que es necesario la firma de un pacto político entre distintas fuerzas que permitan sacar al país de la polarización, y mejor sonaría si dentro de los posibles compromisos que establezca el Centro Democrático,   se encuentre el trabajar conjuntamente para sacar adelante la implementación de los acuerdos firmados entre las Farc y el Gobierno de Juan Manuel Santos y se les da garantías a las víctimas de que el Estado trabajará sin descansar por  la debida reparación  y la restitución de sus derechos.

Si bien es cierto que el partido político de Iván Duque no compartió la firma de paz con las Farc, también es cierto que no se puede reversar un hecho que Colombia estuvo buscando durante más de 50 años y  que está más allá de los gustos de Álvaro Uribe Vélez, Paloma Valencia, Ernesto Macías, etc.

La oposición desmedida que se hizo desde el Centro Democrático al proceso de paz,  significó para Colombia una confrontación bastante dura con  el Gobierno Nacional, donde el Centro Democrático  se anotó varios goles, uno de esos el frenar la implementación de los Acuerdos de Paz con el triunfo del  No en el plebiscito, para lo cual utilizó la mentira y la cizaña como el arma perfecta para ganarle el pulso a Juan Manuel Santos, sin importarles el daño que causaron.

Ahora es al Centro Democrático en cabeza de Iván Duque  a quien le corresponde restablecer el desorden que su organización política causó, y quizás por eso me alegra su triunfo, porque al tener que  hacerlo, harán una especie de reparación al daño causado, ojalá con garantías de no repetición.

Para esto, el nuevo presidente tendrá que tomar decisiones que vayan en contra de lo que piensa u opina su mentor Álvaro Uribe, porque no es el expresidente quien debe poner la cara al país y a la comunidad internacional por las decisiones que en materia económica, de paz, social y política,  se tomen desde el Palacio de Nariño. Es Iván Duque como primer mandatario quien debe hacerlo y no por el hecho de tomar camino propio,   se le puede tildar de “traidor”, ni hacerle una oposición destructiva con base en las mentiras y la cizaña. Colombia no está para otros cuatros años en las mismas.

Éxitos para el nuevo mandatario de los colombianos en la difícil tarea de gobernar y celebro que por fin se haya terminado este largo período electoral.

@sevillanojarami

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