Este lunes 2 de abril el gobierno del presidente Santos y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) evalúan el cese al fuego que terminó el pasado 9 de enero, después de 101 días sin que se registraran acciones violentas. Ambas delegaciones han convocado a la Misión Especial de Naciones Unidas y a la Conferencia Episcopal Colombiana, que formaron parte del Mecanismo de Veeduría y Verificación de la tregua, para que participen en la mesa de negociaciones que se celebra en la ciudad de Quito, Ecuador.
En un comunicado conjunto que se conoció el pasado 22 de marzo, también se anunció que esta semana se evaluarán informes y se definirán aspectos políticos y técnicos para el “diseño” de una nueva tregua. El jefe negociador del gobierno, Gustavo Bell, afirmó este domingo –precisamente- que se buscará un cese indefinido “para avanzar en los puntos”, y garantizar que el próximo presidente de Colombia continúe este proceso, hasta que la guerrilla del ELN deje por fin las armas.
Ambas delegaciones han anunciado además que este jueves 5 de abril se abordará la propuesta de un acuerdo humanitario para el Chocó, uno de los departamentos que más ha sufrido por la presencia de este grupo armado ilegal. El alto comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera, cree que las lecciones que dejó la tregua del año pasado servirán para lograr, “unificar, fortalecer y crear un nuevo cese”.
Se espera que en este quinto ciclo de las conversaciones en Quito se definan las acciones para concretar la participación de los colombianos en este proceso de paz.