Belisario Betancur, conservador coherente

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Por Augusto León Restrepo

Bogotá, 23 de marzo_ RAM_ Así las benditas y cacareadas encuestas digan otra cosa, me late que la fórmula que conviene y que escogerán a los colombianos para que nos gobierne durante los próximos cuatro años es la integrada por Humberto de la Calle Lombana y Clara López Obregón. Las últimas encuestas levantaron ampollas y más de uno, muchísimos, se llevaron las manos a la cabeza  porque el candidato de sus entretelas se fue al sótano y otros saltaron de la alegría porque el suyo arrancó como potro desbocado por las sabanas electorales.Y  ni lo uno ni lo otro. Estamos tan acostumbrado a que fallen, que repito el lugar común que se oye en boca de quienes no los favorecen: la única encuesta acertada es el resultado de las urnas, consolidado el día de las elecciones entre las siete y la ocho de la noche.

Ni triunfalista, ni derrotista.  Hay miles de electores que van, como pluma al viento, al vaivén de las encuestas. No les gusta perder. Si. No hay que echar las encuestas a la basura, como ejercicio desechable. Pero tampoco erigirlas en la verdad revelada. En Palabra de Dios. Alrededor de un café, bien conversado, las encuestas se pueden derrotar. Casos se han visto. #Se puede.

El candidato De la Calle, debería ser el candidato al que adhieran los conservadores. Es candidato del Partido Liberal. Obvio. Pero cuantas veces los conservadores no hemos votado por los liberales. Y viceversa. Si no se hubieran cerrado las heridas entre los azules y los rojos, no hubiera sido posible el Frente Nacional, con todos sus errores y desviaciones- el acobijo y la protección bajo la misma ruana, origen del clientelismo y de la corrupción- pero que tantas vidas salvó y tantas lecciones de convivencia ofreció. Las nuevas generaciones dejaron de asesinarse por defender los trapos banderizos.

Serían inagotables los argumentos para que los conservadores rasos votáramos por De la Calle y Clara López. El primero, que el aliado obvio del conservatismo es el liberalismo. Los dos son partidos de centro, siempre lo han sido, con énfasis en lo social. Los liberales han tenido como punto doctrinal la defensa de las luchas populares. El conservatismo abrevó siempre en las Encíclicas Papales, en la Doctrina Social de la Iglesia. Incluso llegó a denominarse en buena hora como Partido Social Conservador. Su himno aún lo tiene consagrado como tal. Muchos copartidarios contemporáneos que me leen, recuerdan que con Belisario Betancur salimos a defender esas banderas reivindicatorias de los menos favorecidos por la fortuna. Los pobres, los campesinos de la Colombia remota, respondieron al Si Se Puede de Belisario y lo llevaron al solio presidencial. Para que además se convirtiera en el adalid de otra de las consignas conservadoras: la PAZ. Belisario fue el primero que prefirió echar lengua, a echar bala. De la Calle fue a La Habana y regresó con un barco cargado de productivos diálogos que llevaron a la Paz con las Farc, la mas antigua y dañosa guerrilla de América Latina. Belisario y De la Calle escogieron la palabra en vez de la metralla.

Había escrito ya lo anterior, cuando los medios hicieron eco a una entrevista de Julio Sánchez Cristo al ex Presidente Conservador, con ocasión de la publicación de una obra contentiva de lo que ha escrito  sobre temas literarios y al final de ella le preguntó por sus preferencias en materia de candidaturas presidenciales. Su respuesta fue que su candidato era Humberto de la Calle Lombana. Por sabio, prudente y carente de arrogancia. Muy parecido a Hernán Jaramillo Ocampo, prohombre caldense como De la Calle, a quien Betancur conoció muy bien y fue su amigo, expresó. Y este honrosa calificación se nos hace sincera y justa.

Belisario Betancur muestra así una coherencia admirable. Como ha sido su talante. Y Conservadora. Es que la bandera de la PAZ, no puede ser arriada por los conservadores. No ha habido proceso en las últimas décadas que no haya recibido el apoyo y el consenso del Partido, para que ahora pretendan sus directivas y sus parlamentarios, por un plato de lentejas, engrosar la cauda de quienes pretenden volver trizas los acuerdos que condujeron al logro del cierre del conflicto armado con las Farc.

Tenga la seguridad Doctor Belisario que los conservadores de a pie, los que siempre hemos escuchado sus consignas patrióticas, vamos a depositar nuestros sufragios por Humberto de la Calle Lombana. Usted ha demostrado con su gesto que sigue siendo el guardián y guía de los altos intereses de los colombianos, cuya enseña fundamental es la obtención en el tiempo de una paz estable y duradera. Y de un país en que quepamos todos, con De la Calle Presidente-

 

 

 

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