Por Gustavo Alvarez Gardeazabal
Quienes observamos el fenómeno político colombiano teníamos curiosidad por saber cómo se iba a manejar la comunicación entre los electores y los candidatos dado que los que aspiran a la presidencia se inscribieron por firmas, y los que van al Congreso lo hicieron por los agonizantes partidos políticos que ya no poseen ni el brío ni la maquinaria de antaño. Pero como además a estas calendas la prensa escrita y hablada ha perdido bastante influencia y la televisión nacional no ha podido competir con los cables, se suponía que la comunicación entre el votante y el aspirante iba a modificarse de manera radical.
Pero parece que nada ha cambiado. La única que había montado un nuevo aparataje, Claudia López, que tenía comunicación directa con los electores en todos sus actos a través del smarth usando las técnicas nuevas del streaming y la trasmisión en directo, se retiró de la contienda y el Fajardo que ella apoya todavía usa bluyines sin correa ,crespitos al aire y pinta de galán maduro para llegar a los votantes. Uribe, que ha usado el tuiter como ningún otro, se volvió a trepar al balcón a tratar de llenar calles que lo aplaudan. Vargas Lleras ha hecho lo imposible para muchos, fue capaz de llenar la plaza de toros de Cali, que no la llenaron los mejores toreros desde hace décadas.
No se ve una campaña agresiva o ingeniosa por las redes de ningún candidato. Duque, que parece manejar su campaña de tuiter con un comunity manager, no contesta sin embargo ni los trinos sobre la RTO( Reforma Tributaria Oligarca que él ayudó a sacar avante).Ordoñez ocupa mas espacio visual con sus imperdibles cargaderas que noticioso en twiteer , en face y hasta en Instagram . Petro, que maneja el tuiter como lanza, no provoca ningún gladiador que le responda. Nos quedamos compitiendo por llenar plazas. No cambiamos.
@eljodario