Por GUSTAVO ALVAREZ GARDEAZABAL
Hay un viejo dicho de que “ no hay cuña que apriete mas que la del mismo palo” y por estos días se ejemplariza.Un ministro vallecaucano, el de Minas, y una oligarquía,la santafereña, vuelve y le dan garrote ventiado a la oligarquía azucarera jodiendo de paso a más de 120 mil trabajadores que ganan sus salarios directamente de la caña o de su entorno económico y social.
El 3 de octubre, perdida en el barullo causado por la derrota del plebiscito, el gobierno de Santos presentó la modificación de la fórmula de liquidación del biocombustible y, al precio que queda el etanol, las destilerías, montadas para subsanar la superproducción de caña, tendrían que cerrar porque estarían fabricando a pérdida.
De acuerdo a la nueva reglamentación de la CREG, el precio del etanol que se combina con la gasolina, solo se va a fijar teniendo en cuenta el precio del combustible antes de mezclarlo y el precio del etanol en Estados Unidos y el Brasil, desde donde se quiere importar.
Como lo ha dicho muchas veces el senador Robledo, ahora candidato presidencial para el 2018,la economía del Valle y el norte del Cauca gira alrededor de la caña,pero como las envidias y rencores entre oligarcas son tan feroces ,la batalla entre las oligarquías valluna y santafereña va a dejar a los pobres y la clase media de víctimas
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Lo grave es que Ecopetrol, que está punto de poner a funcionar dos destilerías de etanol en grande, va a pagar el pato miserablemente. Los ingenios azucareros llevan 10 años librando su costosa inversión y pueden cerrar las destilerías, pero Ecopetrol, que ha metido una milmillonada, va a ser la gran víctima porque apenas empieza y lo haría perdiendo.
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