El menú de propuestas de Hillary Clinton y Donald Trump

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Hillary Clinton y Donald Trump, los dos candidatos que disputarán la Casa Blanca el 8 de noviembre, manejan un discurso con muy pocas coincidencias en materia política, económica o social y plantean programas totalmente opuestos en temas relacionados con inmigración, seguridad y relaciones internacionales, entre otros.

A continuación presentamos algunos de los principales puntos de las plataformas con las que esperan cautivar a los votantes, de camino a la elección presidencial.

Hillary, un leve giro a la izquierda

Un salario mínimo de 15 dólares por hora, la abolición de la pena de muerte, más límites a Wall Street y el fin de la detención para las familias inmigrantes son algunos de los puntos de la nueva plataforma de los demócratas, una hoja de ruta ideológica que evidencia el giro del partido a la izquierda.

El borrador final de la plataforma ideológica del partido Demócrata es el resultado de varios meses de negociaciones en los que el senador Bernie Sanders, rival de Clinton en las primarias demócratas y más izquierdista que la exsecretaria de Estado, ha tenido una influencia determinante.

El resultado es lo que los demócratas consideran la plataforma más progresista en la historia del partido, un programa que debería guiar la política de Clinton si llega a la Casa Blanca en enero.

No a la pena de muerte

El punto más sorprendente es la declaración de que la pena de muerte «no tiene lugar en Estados Unidos», algo sin precedentes en los idearios políticos del país que coincide con un declive en el número de ejecuciones a nivel nacional en las últimas dos décadas. «Aboliremos la pena de muerte, que ha demostrado ser una forma cruel e inusual de castigo», promete la plataforma demócrata, al considerar que la aplicación de esa sentencia es «arbitraria e injusta», no disuade a los criminales y tiene un alto costo.

La promesa refleja la posición de Sanders, que opinó en un debate en febrero que «el Gobierno no debería matar» a gente, mientras que Clinton indicó en la misma ocasión que respaldaba la pena de muerte «para un grupo muy limitado de crímenes particularmente atroces».

Salario mínimo de US$15

Otro triunfo de Sanders es el respaldo en la plataforma a elevar el salario mínimo federal hasta 15 dólares la hora, una cantidad superior a los 12 dólares que apoyó Clinton durante las primarias. El senador por Vermont también ha logrado introducir una expansión del programa de seguridad social mediante el aumento de los impuestos a las fortunas que superen los 250.000 dólares anuales.

Fracking sí va

No obstante, Clinton ha frenado algunas de las ideas de Sanders, como la de prohibir el sistema de extracción de hidrocarburos por fractura hidráulica («fracking»), que no aparece en la plataforma.

El programa tampoco sanciona la propuesta de Sanders de impulsar un programa de seguros médicos públicos, y aboga en cambio por avanzar sobre la base de la reforma sanitaria del actual presidente estadounidense, Barack Obama.

Esas ausencias llevaron al diario ‘Washington Post’ a declarar en un editorial este mes que la plataforma es más un espejo de las ideas de Clinton que de las de su rival en las primarias. «Clinton ha mantenido su mensaje de trabajar con las estructuras políticas del país para encarar verdaderos problemas que la nación no puede ignorar, de formas que serían generalmente aceptables para los demócratas», apuntó el editorial.

Política migratoria

Sin embargo, en la plataforma, hay otros ejemplos de posturas más progresistas que las del Gobierno de Obama, como el compromiso de «acabar con la detención» de las familias de inmigrantes indocumentados, y de «asegurar alternativas humanas para quienes no presenten amenazas a la seguridad pública».

Esa es la postura defendida en bloque por el Caucus Hispano, un grupo de congresistas demócratas y latinos que también apoya otra idea incluida en la plataforma: la de «acabar con las redadas de niños y familias, que meten miedo innecesariamente a las comunidades de inmigrantes».

El partido de Clinton también promete apoyar las medidas migratorias impulsadas por Obama y ampliarlas «para proporcionar alivio» de las deportaciones a otros, entre ellos los padres de los jóvenes conocidos como «soñadores» que llegaron al país de niños.

No al muro con México y más apertura con Cuba

La extensa sección de política exterior de la plataforma refleja en general las ideas que ha defendido la Administración de Obama, y dedica dos párrafos a Latinoamérica.

En ellos, asegura que «los demócratas rechazan la propuesta de Donald Trump de construir un muro en nuestra frontera sur para alienar a México, un valioso aliado».

Respecto de Cuba, los demócratas se comprometen a respaldar «la histórica apertura del presidente Obama y acabar con el embargo y la prohibición de viajes a los estadounidenses», mientras que en Venezuela «presionar al Gobierno para respetar los derechos humanos y responder a la voluntad de su pueblo».

La plataforma deberá ser aprobada durante la convención del partido y no es vinculante, pero muchos la ven como una señal de las prioridades que podrá impulsar Clinton si llega a la Casa Blanca, y los demócratas si recuperan el control del Congreso.

Las controversiales propuestas de Trump

Donald Trump, el candidato republicano, genera controversia por sus explosivas propuestas e insultos.
El magnate inmobiliario no solo ha generado controversia por su plan migratorio, sino por otras propuestas que no tienen en cuenta relaciones diplomáticas, políticas o económicas y además por los insultos a figuras prominentes de la política nacional e internacional.

El candidato considera que si llega a ser elegido presidente de Estados Unidos podrá obligar a otros Gobiernos, utilizando el poder económico y político de la superpotencia y con su carácter, a plegarse a sus deseos y convicciones.

Construir un muro en la frontera sur

Fue una de sus primeras propuestas de campaña y defiende la construcción de la obra en la frontera sur con México para taponar los flujos de inmigración clandestina. “México debe pagar el muro”, precisó Trump, al alegar que “los líderes de México se han aprovechado de EE. UU. al usar la inmigración ilegal para exportar el crimen y la pobreza de su propio país (al igual que en otros países latinoamericanos)”, hecho que ha supuesto un costo “extraordinario” para el contribuyente estadounidense. Hasta que México se haga cargo del gasto, un gobierno presidido por el millonario “confiscará los pagos de remesas derivadas de sueldos ilegales” y, entre otras medidas, “incrementará los precios de todos los visados temporales de primeros ejecutivos y diplomáticos mexicanos (y, si fuera necesario, los cancelará)”.

Hay que recordar que la frontera entre Estados Unidos y México mide 3.185 kilómetros, lo que implicaría que la obra tendría un costo gigantesco, de miles de millones de dólares.

La medida de subir el costo de los visados ocasionaría una violación del Tratado de Libre Comercio firmado por EE. UU., México y Canadá de 1994 que eliminó la mayoría de los aranceles y otras barreras para el libre comercio entre esos países.

Expulsar a los indocumentados

Esta propuesta ha generado muchos comentarios, pues en Estados Unidos hay 11 millones de inmigrantes indocumentados que se emplean en cualquier tipo de oficio con tal de sobrevivir a la falta de recursos.

En este sentido, la economía estadounidense sufriría por la falta de esa mano de obra –que además es barata- y adicionalmente por los enormes costos (entre 400.000 y 600.000 millones de dólares que llevaría esa gigantesca labor, según el grupo conservador Action Forum) en los que incurriría el Gobierno.

Pero Trump dijo que dejará sin efecto las órdenes ejecutivas del presidente estadounidense, Barack Obama, que impiden expulsar tanto a los jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños (los llamados “dreamers”, o “soñadores”), como a los padres de ciudadanos estadounidenses o hijos con estatus legal. “Mantendremos a las familias unidas, pero tienen que irse”, aseguró Trump en una entrevista con la cadena televisiva NBC.

Dura política migratoria

El magnate también propone endurecer las penas para los “millones de personas que vienen a EE. UU. con visados temporales, pero se niegan a marcharse”.

En su batalla contra la inmigración ilegal, el político quiere igualmente “terminar el abuso de las prestaciones sociales” y exigirá a los solicitantes de entrada en el país “certificar que pueden pagar su propio alojamiento, su propia atención sanitaria y otras necesidades antes de venir a Estados Unidos”.

Controlaría a Irán

Trump, contrario a lo que dice su propio partido y sus competidores por la nominación, dijo que no “haría añicos” el acuerdo entre las grandes potencias e Irán y en cambio “controlaría de manera tan dura ese acuerdo que no tendrían chance” de obtener una bomba nuclear, dijo.

El texto acordado en Viena por el grupo de potencias P5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia más Alemania) con Irán debe garantizar que Teherán jamás podrá construir una bomba atómica, a cambio de la flexibilización progresiva y condicional de las sanciones económicas internacionales. La mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso se opone al acuerdo, pero también varios legisladores demócratas, en particular debido a la feroz oposición de Israel al mismo.

De todas formas, Trump dijo que el acuerdo es catastrófico y que no impedirá a Irán fabricar la bomba atómica. «Irán se hará increíblemente poderoso e increíblemente rico e Israel se convertirá en un problema», dijo, aludiendo al eventual incremento de las exportaciones de petróleo iraní. «Serán una nación tan rica, una nación tan poderosa, que tendrán armas nucleares. Van a controlar partes del mundo que no tenemos idea y pienso que eso provocará un holocausto nuclear», aventuró, pese a que la sobreoferta actual de crudo hizo caer su cotización a menos de la mitad en dos años.

Otra operación militar

El candidato presidencial republicano también es partidario de enviar tropas de EE. UU. a combatir sobre el terreno al grupo Estado Islámico (EI) en Irak y señaló que la clave para derrotar a ese grupo pasa por arrebatar al grupo yihadista los pozos petroleros que controla en Irak, a fin de acabar con sus finanzas. Trump también indicó que los iraquíes deberían recibir “algo” de sus campos petroleros, si bien, dijo, esa riqueza debería ayudar asimismo a soldados de Estados Unidos.

Que Arabia Saudí le pague a EE. UU.

Sobre Arabia Saudí, uno de los aliados clave de EE. UU. en Oriente Próximo, Trump indicó que el país árabe debería pagar por su alianza diplomática con Estados Unidos. “Defendemos a Arabia Saudí. Enviamos nuestros buques. Enviamos nuestros aviones (…). Nosotros no obtenemos nada. ¿Por qué? Ellos (los saudíes) ganan 1.000 millones (de dólares) al día”, argumentó el millonario. “La razón principal por la que estamos con Arabia Saudí es porque necesitamos petróleo. Ahora, no necesitamos tanto el petróleo”, aseveró, al remarcar que “ellos deberían pagarnos”, pues, sin el respaldo de EE. UU., “no existirían”.

Redacción Internacional con EFE y AFP

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