La frase de Santos: ¿amenaza? ¿realidad?

Compartir:

Sonó más a una frase de campaña presidencial de hace más de una década que a una declaración optimista sobre la proximidad de una firma de la paz.

Por Carlos Obregón

Una de las disciplinas que más exige la tarea de un jefe de Estado es ser políticamente correcto –aunque los ejemplos de las metidas de pata digan lo contrario—porque el que habla no es un ciudadano de a pie sino el vocero de una nación o de un Estado.

En el caso de la errática frase del presidente Juan Manuel Santos en Medellín, sobre una eventual amenaza urbana de las Farc, la respuesta del presidente a un empresario sonó más a una frase de campaña presidencial de hace más de una década, cuando la guerrilla tenía al Estado contra la pared, que a una declaración optimista sobre la proximidad de una firma de la paz.

Los jefes de Estado, por su permanente exposición mediática, son parte de las figuras con más riesgo de decir desatinos, y el anecdotario cada día se alimenta de más ejemplos: el viva Bolivia de Ronald Reagan ante los brasileños; el “comes y te vas” del mexicano Vicente Fox a Fidel Castro para no incomodar a Bush en una cumbre de la ONU, grabación que luego filtró Fidel; el resbalón del siempre admirado Pepe Mujica sobre la pareja Kirchner, «esta vieja es peor que el tuerto», afirmación que él negó después, o el viva España de Guillermo León Valencia frente al mismísimo Charles de Gaulle (¡qué pena con la visita!).

Santos, periodista pero mal comunicador, ya se había estrenado con “el tal paro no existe” que le costó puntos en su imagen. Ahora, el presidente tiene esta salida en falso que resultó desafortunada desde todo punto de vista:

· Es un mal mensaje para un auditorio internacional como el Foro Económico Mundial lleno de empresarios que vinieron a ver qué ofrece Colombia en paz.

· Dejó la sensación de que ese será el tono, asustador, que usará el Gobierno para buscar respaldo al plebiscito.

· Le hizo un gran favor al uribismo que usó la frase para decir que el gobierno negocia bajo el chantaje de la guerrilla de volver al terrorismo sino le acepta sus condiciones.

· Debilita a sus negociadores en La Habana que deben llegar a explicar por qué Santos dijo lo que dijo y como lo dijo.

El presidente Santos, es sin duda, el colombiano más informado de lo que pasa con el orden público y por eso causó preocupación la advertencia de que “tenemos información amplísima de que ellos (las Farc) están preparados para volver a la guerra”. Si lo sabe, se pregunta la gente, qué está haciendo para que eso no suceda. Pero además en eso lo contradice su ministro de Defensa que afirma que esa amenaza clara y documentada no existe.

Y causa desconcierto porque en febrero pasado, ante una inquietud similar a la del empresario, había dicho que si gana el no, “se acabó el proceso”, pero no usó una frase de campaña como esta que recordó los días oscuros del atentado del Nogal o el secuestro de los diputados del Valle.

Compartir: