Análisis Ley del Montes: El naufragio de Santos en las encuestas

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630x320xpoli1.jpg,qitok=f5ArAiYW.pagespeed.ic.yQFcEJL_ePPOR:  ÓSCAR MONTES @LEYDELMONTES

El anuncio del hallazgo del Galeón San José hizo que muy pocos colombianos se enteraran de la debacle del Presidente y sus ministros en las últimas encuestas.

Por cuenta del anuncio del presidente Juan Manuel Santos del hallazgo del Galeón San José a varias leguas de la Bahía de Cartagena, pasaron de agache las últimas encuestas que muestran el desplome de la imagen del jefe del Estado. “Gran noticia: ¡encontramos el Galeón San José! Mañana daré los detalles en rueda de prensa desde Cartagena”, exclamó Santos en Twitter el pasado 4 de diciembre, como si se tratara del mismísimo Colón descubriendo América.

Al día siguiente toda Colombia amaneció hablando del Galeón San José y del destino final que tendría su multimillonaria carga. Expertos en tesoros sepultados en el mar dijeron que el botín encontrado es tan cuantioso que podría alcanzar para financiar el posconflicto y sobraría plata para vestir y alimentar muy bien a todos los desmovilizados de las Farc, incluyendo –obviamente– a sus opíparos y cada día más robustos jefes. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, prefirió ser muy cauto, antes de echar las campanas al vuelo. O mejor: antes de echar al piso, para contarlas una por una, las 11 millones de monedas de oro, que dicen que viajaban en el San José.

Apenas se enteraron de la noticia por boca de Santos, todas las partes interesadas en el Galeón San José se hicieron sentir de inmediato, empezando por España -la madre Patria y por consiguiente madre del tesoro- que hizo saber al gobierno colombiano que todo lo que hay dentro del galeón le pertenece. Desde Lima, el mandatario Ollanta Humala, mandó a decir que no se le olvide a Colombia que las joyas que transportaba el Galeón salieron del Perú. Y en Quito, el presidente Rafael Correa, exclamó que el tesoro debe repartirse entre todos los países de América Latina: “Es lo equitativo”, dijo, mientras se frotaba las manos. En Caracas, Nicolás Maduro no se ha pronunciado, pues tiene asuntos más importantes que atender, entre ellos la paliza que le acaba de pegar la oposición al chavismo y que le quitó el control sobre la Asamblea Nacional. Si Maduro no ha hablado del San José no ha sido por falta de ganas, sino de tiempo.

Desde Estados Unidos, la Sea Search Armada (SSA), empresa que denunció el hallazgo del San José, a comienzos de los 80 y que mantiene un pleito con el Estado colombiano, afirmó por enésima vez que el tesoro del Galeón San José le pertenece. El reclamo fue respondido de inmediato por Santos, quien sostiene que el Galeón fue hallado en coordenadas distintas a las que fueron reportadas por la SSA y por consiguiente no son legítimos los reclamos de la empresa “cazatesoros” estadounidense.

En fin –después del anuncio de Santos- todo el mundo –literalmente: todo el mundo– se dedicó a hablar del Galeón San José y de su tesoro escondido.

Aunque la “gran noticia” que anunció Santos en Twitter podría convertirse en el “gran pleito”, dada la cantidad de dueños que le aparecieron al Galeón, lo cierto es que en Colombia todos hablan del San José y muy pocos de la debacle del Presidente en las encuestas, hasta el punto de que un mal pensado podría inferir que el ruido causado por el anuncio de los supuestos miles de millones de dólares sepultados hace más de 300 años en el fondo del Mar Caribe –representados en monedas de oro y otras joyas– sirvió de cortina de humo para tapar la caída en picada de la imagen presidencial.

Lo cierto es que por andar ocupados en los tesoros del Galeón, pocos repararon en la precaria calificación de fin de año que recibió el Gobierno en general y el presidente y sus ministros en particular. Punto. Nadie se salva de este otro naufragio.

En efecto, la más reciente encuesta de Colombia Opina, realizada por Ipsos Napoleón Franco para RCN Radio y Televisión, La F.m. y Semana, arrojó como resultado una imagen favorable de Santos de apenas un 34 por ciento, mientras que su imagen desfavorable se trepó al 63 por ciento. Se trata –sin duda- de un resultado dramático para Santos, pues en octubre –cuando se realizó la anterior medición- tuvo un 42 por ciento de favorabilidad. Es decir, en los últimos tres meses, Santos perdió ocho puntos de aprobación por parte de los colombianos. Se trata de un verdadero desastre.

Otra encuesta, realizada por Cifras y Conceptos para Caracol Radio y Red + Noticias, muestra a Santos con una imagen favorable del 38 por ciento y una imagen negativa del 60 por ciento. Es superado en favorabilidad por Álvaro Uribe (50%) y por el vicepresidente Germán Vargas Lleras (41%). Todos los ministros de Santos están por debajo de los 50 puntos de imagen favorable. La de mejor calificación es Gina Parodi de Educación con apenas el 36 por ciento, mientras que el peor calificado es Yesid Reyes, de Justicia, con el 14 por ciento.

En términos de aprobación de gestión se trata, sin duda, de otro naufragio. ¿Qué pasó para el desplome de Santos y sus ministros? ¿Por qué se raja el Gobierno?

¿Naufragará el Galeón Juan Manuel?

Es un hecho indiscutible que la suerte de Santos está amarrada a los diálogos de La Habana. Cuando las cosas en la isla mejoran –o parecen mejorar- la imagen de Santos sube, como ocurrió en octubre pasado, cuando su encuentro con Timochenko en La Habana hizo pensar que -¡por fin!- la paz entraría en tierra derecha. El bache que siguió al trascendental encuentro, en el que las reuniones de las delegaciones transcurren en medio del tedio y la incertidumbre, terminó por apagar la llama que se había encendido en La Habana. De hecho, el optimismo frente al proceso de paz de La Habana es apenas del 38 por ciento, frente a un 60 por ciento que se declara pesimista. Ni siquiera el “espíritu navideño”, que por esta época del año invade a los colombianos, logró cambiar la percepción pesimista que se tiene frente a las negociaciones con las Farc. A la hora de juzgar a los guerrilleros de las Farc, dicho “espíritu navideño” tampoco afloró, pues el 65 por ciento desaprueba un indulto, mientras que el 35 por ciento es partidario del mismo. Y sobre si se cumplirá el plazo acordado para firmar la paz, el 75 por ciento de los encuestados dijo que no, mientras que el 25 por ciento cree que sí. En otras palabras: el hundimiento del “Galeón Juan Manuel” depende de La Habana. Punto. Si la negociación con las Farc sale bien, llegará a tierra firme. Pero si los diálogos fracasan, entonces la embarcación naufragará y con ella el capitán y su tripulación.

La del “Galeón Juan Manuel”, una tripulación con baja calificación

Que ninguno de los ministros del gabinete de Juan Manuel Santos esté por encima del 50 por ciento de aprobación, cuando su segundo mandato apenas cumplió un año, debe ser motivo de preocupación. Según Cifras y Conceptos, la mejor calificada es la de Educación, Gina Parody, con apenas un 36 por ciento de imagen favorable. Le siguen: Lucho Garzón (34%), Luis Carlos Villegas (30%), María Ángela Holguín (28%), Juan Fernando Cristo (26%), Alejandro Gaviria (25%), Luis Felipe Henao (24%), Mariana Garcés (22%), Mauricio Cárdenas (21%), David Luna (20%), Aurelio Iragorri (19%), Gabriel Vallejo (17%), Natalia Abello (17%), Cecilia Álvarez (17%), Tomás González (15%) y Yesid Reyes (14%). La gran mayoría de ellos tienen cifras superiores de desconocimiento ante la opinión pública, lo que no sólo no sirve para justificar la “rajada”, sino que también debería ser motivo de preocupación. La razón es simple: si los colombianos no conocen al ministro, o a la ministra, mucho menos van a conocer sus políticas o sus programas. Punto. Llama la atención el caso de la ministra de Cultura, que acompaña a Santos desde su primer mandato, pero sigue manteniendo muy bajos niveles de reconocimiento. O el de Mauricio Cárdenas –que está en la baraja de precandidato presidencial de La U o del conservatismo- pero que también muestra una favorabilidad muy escasa. A juzgar por los resultados de Cifras y Conceptos, la tripulación del “Galeón Juan Manuel”, al igual que la embarcación, también hace agua.

Santos y De la Calle, efectos del “síndrome habanero”

De acuerdo con la encuesta de Ipsos Napoleón Franco para RCN Radio y Televisión, La F.m. y Semana, la imagen favorable de Germán Vargas Lleras, es del 43 por ciento y su desfavorabilidad es del 38 por ciento. Es decir, el Vicepresidente supera al Presidente en 9 puntos de imagen favorable. Se trata del funcionario del Gobierno con mayor aprobación, producto –sin duda- de su gestión y su protagonismo como abanderado de las políticas de Vivienda e Infraestructura, dos de las que mayores y mejores resultados han mostrado en el Gobierno. Aunque por recomendación médica el Vicepresidente deberá bajarle al intenso ritmo de trabajo que mantiene y que impone a todo su equipo, Vargas Lleras sostendrá su liderazgo dentro del Gobierno y seguirá al frente de la ejecución de los programas que lidera por mandato expreso del Presidente Santos. Dentro de los funcionarios del Gobierno, el nombre de Vargas Lleras figura de lejos como el más opcionado para suceder a Santos en 2018. Uno de sus potenciales rivales –el jefe del equipo negociador en La Habana, Humberto de la Calle- también sufre el que podría llamarse “síndrome habanero”, que no es otra cosa que amarrar su futuro político a los resultados de La Habana. Es el mismo mal que padece Santos. La desfavorabilidad de De la Calle se disparó 15 puntos. Mientras Santos trata de capotear el temporal, su segundo de a bordo –Vargas Lleras- se mantiene con la vista puesta en 2018. Eso sí sufriendo uno que otro desmayo, pero no precisamente por padecer del “síndrome habanero”. Lo suyo es una “lesión estructural cerebral antigua y benigna” –según el parte médico- que será tratada mediante un procedimiento quirúrgico.

¿Y los otros presidenciables del Galeón Juan Manuel?

De los “ministros presidenciables” del gabinete, ninguno se salva del naufragio de las encuestas. Mauricio Cárdenas, de Hacienda, cuyo nombre tiene muy buen recibo en La U y en el Partido Conservador, en la encuesta de Cifras y Conceptos aparece con una imagen favorable de apenas el 21 por ciento, mientras su desfavorabilidad es del 31 por ciento. Gina Parody, de Educación, que también coquetea con una futura campaña presidencial, aunque es la mejor calificada del gabinete, con un 36 por ciento de imagen favorable, su desfavorabilidad es un de las más altas con un 44 por ciento. Juan Fernando Cristo –del Interior- que podría jugar en 2018 como posible candidato liberal, tiene una imagen favorable del 26 por ciento y una desfavorabilidad del 32 por ciento. No hay, pues, por ahora, dentro del gabinete una figura con peso para jugar duro en 2018.

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