Ley del Montes… Córdoba: Ñoño y Musa, juntos por la Gobernación

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ÓSCAR MONTES – @LEYDELMONTES

La alianza de quienes fueron en el pasado rivales políticos y hoy son dos de los mayores electores del país apunta a quedarse con la Gobernación de Córdoba y la Alcaldía de Sahagún, entre otras.

Una de las alianzas más poderosas de la política nacional es la que conforman los senadores Musa Besaile y Bernardo ‘Ñoño’ Elías, que fue fundamental para el triunfo de Juan Manuel Santos en la segunda vuelta presidencial y que ahora está a punto de alcanzar la Gobernación de Córdoba en cabeza de Edwin Besaile, hermano de Musa, quien hasta hace muy poco era considerado uno de los grandes contratistas del Departamento, junto a uno de sus socios: El ‘Gordo’ Jalil.

Musa y Ñoño –ambos oriundos de Sahagún, el municipio más político de Córdoba– son hoy por hoy dos de los mayores caciques electorales de la Región Caribe. De hecho, Musa tiene en Córdoba 87.000 electores, y Ñoño Elías, 93.000. Es decir, entre los dos ponen casi 200.000 votos al futuro gobernador. Su chequera pesa y la nómina oficial que manejan es bastante gorda, sobre todo en la Gobernación y en la mayoría de los 30 municipios del Departamento. Edwin Besaile cuenta con la bendición de Ñoño, quien vetó al primer candidato que postuló Musa: su hermano Johnny Besaile, pues lo considera “inmanejable”.
El administrador de empresas Edwin Besaile cuenta con el aval del Partido de La U, y el respaldo del liberalismo, partido que ha venido perdiendo protagonismo en el Departamento, hasta el punto de que en una época llegó a tener 22 del total de las alcaldías de Córdoba y hoy apenas llega a ocho. Córdoba fue siempre un departamento de caciques electorales liberales, pero hoy apenas tiene una senadora –Arleth Casado– y un representante a la Cámara –Fabio Amín–.

Apoyo condicionado

El liberalismo respalda a Besaile con la condición de que Musa y Ñoño apoyen a su candidato a la Alcaldía de Montería, Juan José González, quien tiene pocas opciones de triunfar. Pero sin duda el cuarto de hora del liberalismo en Córdoba ya pasó y hoy los que mandan son otros partidos, como La U, no solo con los Ñoños, sino con otros dirigentes, como la exrepresentante Zulema Jattin –procesada por parapolítica–, gran amiga del presidente Juan Manuel Santos y quien controla la nómina de la Secretaría de Educación de Córdoba mediante la influencia que ejerce el senador Martín Morales, su heredero político.

Morales –quien inicialmente respaldó la candidatura de Carlos Gómez Espitia a la Gobernación– anunció recientemente que apoya a Edwin Besaile, lo que significó un duro revés para el candidato de Cambio Radical y principal rival de Besaile. Gómez se desempeñó como secretario general y jurídico del gobernador Alejadro Lyons, quien inicialmente lo había postulado para el cargo, pero debió desmontar dicha candidatura por “sugerencia” de la Casa de Nariño, que le recomendó sumarse a las huestes de Besaile y Ñoño Elías. Gómez se ofrece como el candidato del cambio. Pero ocurre que no solo fue integrante de la oficina de abogados de Lyons, sino que fue funcionario de la Gobernación y gobernador encargado en tiempos en que el actual gobernador era aliado político de los llamados ‘Ñoños’.

La campaña por la Gobernación de Córdoba se ha desarrollado en medio de una guerra sucia entre los distintos candidatos, especialmente los dos que figuran como favoritos. Besaile y Gómez. Una cuña radial en la que un cantante de reguetón les pide a los votantes que “le reciban la plata al turco (Besaile), pero voten por Carlos Gómez”, alborotó el avispero, hasta el punto de que desde las huestes de Besaile señalaron a los seguidores de Gómez de valerse de propaganda negativa.

La respuesta del ‘Turco’ no se habría hecho esperar y poco tiempo después salió una cuña radial en la que le preguntan a Gómez “qué sabe de la muerte de Zapa” (Jairo Zapa Pérez), ex jefe de regalías de Córdoba, en tiempos en que el actual aspirante era también funcionario de la Gobernación. El asesinato de Zapa está aún sin esclarecerse. La guerra sucia terminó enlodando a los candidatos y dejó en evidencia que para tratar de ganar la Gobernación todo se vale. Punto. Ambas campañas amenazaron con demandar a sus contrincantes.

Gastos sin control

Pero la guerra sucia es tan solo uno de los elementos llamativos y graves de la actual campaña, que –como casi todas las de la Región Caribe– se ha caracterizado por el derroche de dineros, hasta el punto de que en Montería es vox populi que la cifra de gastos de los candidatos favoritos supera los 60.000 millones de pesos. Todo ello sin que ninguna autoridad electoral tome cartas en el asunto. A ello se suman las tradicionales modalidades de fraude electoral, que terminan convirtiéndose en verdaderas perversiones del sistema democrático, como el clientelismo, la trashumancia y la compra y venta del voto.

Otros candidatos a la Gobernación de Córdoba son: Eduardo Padilla Hernández, que se lanzó por firmas –de ellas la Registraduría anuló la semana pasada 14.000–, lo que significó un duro revés para el ex director de la Red Nacional de Veedurías. Al parecer, las cédulas no aparecen en el archivo nacional, según informó la Registraduría. Y también es aspirante a la Gobernación Nicolás Picón por el partido Alianza Verde.

En lo que tiene que ver con la Alcaldía de Montería, el exalcalde y aspirante de nuevo al cargo Marcos Daniel Pineda García, del Partido Conservador, luce inderrotable hasta el momento. El hijo de la senadora conservadora Nora García cuenta, además, con el respaldo de La U y de Cambio Radical. La buena gestión de Pineda durante su administración (2008-2011) es recompensada ahora por los electores, quienes le reconocen su labor en la mejora de los servicios públicos y construcción de nuevas vías en la ciudad.

El opositor más fuerte de Pineda García es Carlos Ordosgoitia, hijo de Luis Carlos Ordosgoitia, ex director de Invías en tiempos de Álvaro Uribe, quien respalda la candidatura y no ha ahorrado esfuerzos para posicionarlo. También aspiran al cargo: Óscar Ramírez, ex concejal de Montería y candidato del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), y Freddy Saah, del partido Alianza Verde. ¿Quién es quién entre los candidatos? ¿Cuáles son sus padrinos políticos y sus posibilidades de ganar?

Ñoño y Musa, juntos y revueltos por la Gobernación

Hasta hace algunos años los senadores Musa Besaile y Bernardo ‘Ñoño’ Elías eran como el agua y el aceite. Ambos son oriundos de Sahagún y desde sus primeros pasos en la política mostraron ambición y garra para convertirse –pese a su juventud– en los nuevos caciques electorales de Córdoba. Pero sus diferencias se acabaron con la llegada de la ‘mermelada’ en tiempos de Juan Manuel Santos, quien los mantiene muy bien endulzados. En Córdoba y especialmente en Sahagún viven muy agradecidos con la ‘mermelada’, pues les ha permitido desarrollar obras y mejorar la calidad de los servicios públicos. Tan agradecidos están con la ‘mermelada’ del Gobierno que el candidato de Musa y Ñoño a la Gobernación de Córdoba –Edwin Besaile– recientemente se comprometió a que si es elegido va a “mermelizar” todo el Departamento, expresión que en el resto del país fue interpretada como una muestra más del folclorismo costeño. La alianza política de los llamados ‘Ñoños’ ha producido buenos resultados, pues no solo alcanzaron las mayores votaciones en las elecciones parlamentarias de 2014, sino que hoy por hoy son grandes aliados del Gobierno. Su apuesta es por la Gobernación. De perderla sería un duro revés para los nuevos caciques electorales.

Marcos Daniel Pineda vuelve y juega

Uno de los alcaldes que mejor supo aprovechar los mandatos de Álvaro Uribe fue el conservador Marcos Daniel Pineda García. Desde la Presidencia de la República, Uribe fue particularmente generoso con una ciudad y un departamento en los que tiene intereses económicos y grandes afectos. Pineda pudo disponer de recursos frescos para realizar múltiples obras de infraestructura en la ciudad, así como mejorar la prestación de servicios públicos, y convirtió a Montería en abanderada de las llamadas “ciudades amables”. Pero los tiempos cambiaron. Hoy Pineda García es más santista que uribista. Sencillamente porque la política es dinámica. Los monterianos parecen dispuestos a respaldar de nuevo a Pineda, así lo muestran las encuestas sobre intencionalidad del voto. Tiene el aval conservador y el respaldo del liberalismo y de La U. Uno de sus mayores promotores es el senador conservador y amigo personal David Barguil, quien ha sido su principal aliado.

¿Qué pasó con el uribismo en Córdoba y Montería?

Después de Antioquia, el corazón de Álvaro Uribe está en Córdoba, departamento por el que siente especial cariño y donde están algunas de sus principales inversiones, como la finca ‘El Ubérrimo’. Se trata de un amor correspondido, que se ha venido apagando con el paso del tiempo. Prueba de ello es que los candidatos respaldados por el Centro Democrático no lucen hoy como favoritos para ganar el próximo 25 de octubre. En efecto, su candidato a la Alcaldía de Montería –Carlos Ordosgoitia– luce distante en las encuestas de Marcos Daniel Pineda, mientras que Carlos Gómez –respaldado por una alianza de la que hace parte el Centro Democrático– tiene muy difícil la tarea de derrotar al candidato de los ‘Ñoños’. Si Uribe no logra triunfos significativos en el país y especialmente en la Región Caribe en octubre próximo –escenario bastante probable, debido a la difícil situación de varios candidatos que han tenido que retirarse– perdería una gran oportunidad para graduarse con honores como el gran opositor de Santos. Nada sería más triste y lamentable para el uribismo que llegar a medir fuerzas con Santos en condiciones de inferioridad.

Sahagún, el termómetro electoral de Córdoba

Sahagún es el pueblo político por excelencia de Córdoba. Al recorrer sus calles se observa que no hay casa que no tenga en sus ventanas la bandera de un partido o el afiche de un candidato a la Alcaldía o al Concejo Municipal. En Sahagún los candidatos brotan debajo de las piedras. Al Concejo, por ejemplo, aspiran 163 candidatos, pero solo pueden ser elegidos 17. Por momentos da la impresión de que todos en el pueblo quieren ser concejales. Punto. La Alcaldía se la disputan Baldomero Villadiego –candidato de la alianza de Ñoño y Musa– contra Davo Pastrana, que cuenta con el respaldo de la Administración departamental. Una derrota de los ‘Ñoños’ en su propia tierra sería un duro golpe no solo a su vanidad personal, sino que los llevaría a perder la administración municipal, que en los últimos años ha mostrado muy buenos resultados en materia de obras públicas, construcción de parques y avenidas, plaza de mercado y terminal de transporte, entre otras obras realizadas. Sahagún –que en un momento llegó a tener cinco parlamentarios– se ha convertido en el termómetro electoral de Córdoba. El 25 de octubre se sabrá si Musa Besaile y Ñoño Elías siguen siendo sus caciques electorales.

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