Perfil nuevo gerente Federación Nacional de Cafeteros  

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Por: Uriel Ortiz Soto (*)

El nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, debe ser un gran visionario, que haga honor al reconocimiento que hizo la Unesco, con el Paisaje Cultural Cafetero, sobretodo, que entre a solucionar los más álgidos problemas que hoy padece el gremio; por los continuos incumplimientos del Gobierno, y que por esta causa está a punto de estallar un nuevo paro campesino promovido por: Dignidad cafetera.

Esperamos también que el nuevo gerente, tenga sabor a caficultura y no a componendas gubernamentales, que en medio de trapisondas politiqueras, su nombramiento se negocia en Palacio de Nariño, para conjurar crisis de otros sectores a costa del sudor de nuestros sufridos campesinos caficultores.

Lo primero que debe hacer, es solucionar la grave crisis por la cual atraviesan millones de: recolectores, o jornaleros del gremio cafetero, que después de prestar tan indispensable servicio durante toda su vida, finalmente son relegados por sus bajos rendimientos debido a su avanzada edad, miles de ellos, a sus ochenta o más años, los vemos cargando el yugo del abandono, sin ninguna prestación social, muriendo de miseria, hambre y enfermedades en destartalados cuchitriles, que no se compadece con la dignidad humana, ni con el servicio que prestaron durante toda su vida.

Colombia gracias al gremio cafetero, ha entrado en la era de los cafés especiales, con ellos está rompiendo fronteras hasta llegar a ubicarse en sitios privilegiados que le está permitiendo destruir el paradigma de la imposibilidad e incertidumbre, pero, lo insólito de todo, es que quienes han logrado estas metas, ha sido por sus propios medios, sin el concurso de la Federación Nacional de Cafeteros.

Es irónico que el organismo rector de la caficultura no esté a la vanguardia de logros tan importantes, antes por el contrario, según sus promotores, es su mayor obstáculo para el desarrollo de metas, para colocar estos productos en los mercados internacionales, que están solicitados por varios países Europeos, pero, que lamentablemente tan importante sub gremio o actividad, no ha tenido una respuesta gubernamental como realmente debería ser.

Nadie se explica donde van a parar los recursos que destina el Gobierno para programas de cafés especiales, que desde luego son manejados por la Federación Nacional de Cafeteros, que a su vez los debe girar a los comités departamentales. Lo único cierto es que quienes están promoviendo este tipo de cafés, lo hacen con sus propios recursos, pero, ante la incertidumbre de encontrarse con las talanqueras de Federacafé.

Los Organismos de Control con la Fiscalía General de la Nación a la cabeza, deberían investigar tantos desafueros que se cometen con el gremio caficultor, que si bien está conformado por familias auténticamente campesinas, sus derechos les son vulnerados por un grupo de politiqueros que se hacen elegir para representarlos en los comités municipales, departamentales y nacionales, pero que en honor a la verdad, no son más que oportunistas disfrazados de dirigentes cafeteros.

Cuando hemos tenido la oportunidad de visitar exposiciones de cafés especiales, al hablar con varios expositores, nos han explicado todas las trabas que les pone la Federación Nacional para lograr sus objetivos. Para poder exportar sus productos siempre lo tienen que hacerlo bajo el monopolio odioso de federacafe, quien es el que impone las condiciones a unos costos bastante onerosos para los productores, que a punta de esfuerzo y sacrificio han logrado brillar con nuestro producto emblemático en los mercados internacionales.

Por infinitas razones, el nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, debe ser ante todo un caficultor, que se haya fogueado en el gremio, goce del aprecio y el respeto de sus afiliados, tenga sentido de pertenencia y manejo del gremio con sentido social, sobre todo, que acerque el Estado al sector campesino y caficultor.

Considero que la infraestructura de la Federación Nacional de Cafeteros, que se extiende por casi todo el País, a costos bastante elevados para los caficultores, debería reestructurarse, no se justifica que el gerente general, devengue un sueldo astronómico de cuarenta millones de pesos, con un séquito de aduladores; en la misma forma los comités departamentales, que si bien son a menor escala, también reina el despilfarro, la anarquía y la burocracia innecesaria.

El desempeño del doctor Genaro Muñoz ha sido el más corto hasta la presente fecha, solo duró seis años en el cargo, su administración no dejó de estar cuestionada, fue durante su período que se realizaron varios paros cafeteros con serias reclamaciones por el incumplimiento de los acuerdos inicialmente pactados con la complacencia del Gobierno Nacional, no se justifica que parte de los subsidios presupuestados por el Gobierno, para conjurar en parte la crisis cafetera de los años anteriores, hubiesen ido a parar al bolsillo de delincuentes de cuello blanco, que se hicieron pasar por caficultores sin serlo.

Aún hoy los caficultores en varios municipios continúan esperando se les cumpla con el pago del subsidio a que se comprometió el Gobierno para levantar los paros del 2012 y 2013, muchos se perdieron y hasta la fecha no aparecen los responsables, no obstante, que en su momento se han iniciado varias investigaciones de rigor.

La mayor parte de los comités departamentales, no estuvieron de acuerdo con el desempeño que le venía dando el doctor Genaro Muñoz a uno de los gremios más importantes del País y sobre todo del cual sobreviven más de quinientas mil familias, que ante tantas incertidumbres que sus directivos le han venido dando al gremio desde hace varios años, les ha tocado cambiar de actividad o muchas veces abandonar sus fincas.

Por eso, insistimos en que el nuevo gerente no puede ser un improvisador, ni mucho menos un aparecido; debe ser un dirigente de mucho peso en el gremio con el suficiente conocimiento para emprender nuevas metas de desarrollo dentro de él, lo más importante: que cumpla a cabalidad los acuerdos a que llegue con el gremio productor. .

Aún con los altibajos de los precios del café, el gremio debe estar lo suficientemente sólido para solucionar a sus afiliados los más álgidos problemas, es indignante ver que productores que sacan una cosecha que les debe reportar buenos dividendos, finalmente reciben la desagradable noticia: que el precio del café se descolgó justamente al momento de venderlo al comprador del pueblo.

Considero que esta práctica debe desaparecer y los precios del café deben mantenerse en un estándar, aun por encima o por debajo de las los indicadores internacionales, lo que sucede es que el Gobierno muchas veces negocia el sudor de los caficultores para favorecer intereses de otros gremios.

 

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