«Se hizo justicia con pena de muerte para Tsarnaev», sobrevivientes de Boston

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Los sobrevivientes de los atentados del maratón de Boston estimaron que se hizo justicia, aunque reaccionaron de maneras diferentes, luego de que un jurado condenara el viernes a Dzhokhar Tsarnaev, responsable del ataque, a la pena capital.

«Va a ir al infierno, es allí donde quería ir», opinó Michael Ward, un bombero que no estaba de servicio el 15 de abril de 2013, día del atentado que dejó 3 muertos y 264 heridos, pero que no dudó en acudir al lugar del ataque para socorrer a las víctimas.

«Recuerdo cuando estallaron las bombas y recuerdo lo horrible y repugnante que hizo esta persona», dijo este hombre ante la prensa tras conocerse la sentencia contra este joven de 21 años, un inmigrante de origen checheno que llegó a Estados Unidos cuando apenas era un niño.

«Es un tema de justicia», agregó, «nadie aquí está contento (…) pero al final triunfó la justicia».

Por su parte, Liz Norden, cuyos dos hijos perdieron cada uno una pierna en la doble explosión, confesó que «sintió que le quitaron un peso de encima».

«Se hizo justicia para mis hijos», dijo esta madre de familia que prometió estar presente, tanto como le fuera posible, «en cada etapa» hasta la ejecución de Tsarnaev.

Asimismo, Adrianne Haslet-Davis, una bailarina que perdió una pierna en el atentado, escribió en su cuenta Twitter: «Mi corazón está con todos los sobrevivientes. ¡Estoy muy contenta con el veredicto!».

Largo proceso de apelación

El estado de Massachussetts abolió la pena de muerte en 1984 y los sondeos realizados sugerían opiniones favorables a la reclusión perpetua en este caso. Tsarnaev, no obstante, fue juzgado en un caso federal, un pedido excepcional de la administración Obama.

Algunas víctimas o familiares, como los padres de Martin Richard, el niño de 8 años que fue la víctima mortal más joven del atentado, habían expresado públicamente su oposición a la pena de muerte ante la perspectiva de largos y dolorosos años de un proceso de apelaciones.

Los padres de Richard salieron del tribunal el viernes sin pronunciar una sola palabra. Frente al tribunal, activistas contra la pena de muerte, manifestaban su decepción.

Laurie Scher -presente el día de los atentados- dijo que el largo y agotador juicio de Tsarnaev le ha ayudado a cerrar sus heridas y le permitió crear amistades fuertes con otros sobrevivientes, pero admitió que la perspectiva de la ejecución de este joven «no le alivia».

«Estoy segura que en el algún momento de su vida fue un hombre encantador y atento» pero «se convirtió en un monstruo. ¿Qué le pasó? No lo sabremos jamás», dijo.

Heather Abbott, que perdió una pierna en los atentados, solo halló tristeza en el veredicto.

Sea cual sea, «el veredicto no me trae paz», escribió en la página Facebook de la fundación que creó tras el atentado.

«Solo trae tristeza y me hace pensar de nuevo que no tiene sentido que todas estas personas hayan muerto o resultado heridas en esta situación».

Karen Brassard, que fue al maratón con su marido e hija para alentar a un amigo, saludó la decisión pero dijo que reza por el jurado que tuvo que cumplir con una misión «particularmente difícil».

Toda esta familia resultó herida en el atentado. El veredicto le permite respirar nuevamente, reconoce esta superviviente. Pero «feliz no es la palabra que utilizaría». «No hay nada feliz en tener que quitarle la vida a alguien».

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